QUITO (AP) — Un juez provincial de Ecuador ordenó el traslado el viernes desde una cárcel de máxima seguridad a una prisión de mediana seguridad de José Adolfo Macías, alias Fito, considerado el líder de una de las pandillas más peligrosas del país, Los Choneros. El gobierno dijo que apelará tal decisión.
En un mensaje de X, antes Twitter, ese organismo judicial aseveró que el Servicio de Atención a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI), ente que administra las prisiones, “no presentó informes justificando su traslado a La Roca”, centro de reclusión de máxima seguridad al que había sido trasladado hace menos de un mes, como justificación para enviar al preso hasta a la cárcel Regional.
En un comunicado la Presidencia, señaló que la decisión del juez Diego Poma “es indignante” y argumentó que no se valoró “el historial delictivo de esta persona y el peligro que representa para la sociedad”, al tiempo de señalar que la actuación de jueces improbos "boicotea el trabajo de la policía y las fuerzas armadas que a diario arriesgan su vida en la lucha contra el crimen organizado”.
En medio de un despliegue de 4.000 policías y militares, Macías fue reubicado el 13 de agosto en la prisión de máxima seguridad, La Roca, dentro del mismo complejo de prisiones en la ciudad portuaria de Guayaquil en donde se han cometido atroces masacres entre grupos de reclusos.
Las autoridades han señalado que Macías obtiene fuertes cantidades de dinero a través de la extorsión de otros presos.
La decisión judicial se produce cuando horas antes se confirmó el asesinato de un concejal de la ciudad ecuatoriana de Durán, vecina de Guayaquil, donde se vive una escalada de violencia atribuida a bandas del crimen y donde ya ha habido dos ataques previos a funcionarios municipales, entre ellos, al alcalde.
La Fiscalía ecuatoriana informó el viernes que abrió una investigación de oficio por el secuestro el jueves del concejal Bolívar Vera, de 42 años y su posterior asesinato.
El gobierno municipal de Durán denunció e informó en un comunicado, difundido el viernes en su cuenta de X, antes Twitter, que Vera “fue secuestrado y asesinado a plena luz del día, mientras rige un estado de excepción que en nada ha podido contener la incontrolable ola de violencia”.
El cuerpo fue encontrado maniatado y el levantamiento del cadáver se dispuso el viernes, informó la Fiscalía, en una vía del sector rural de Salitre, también en los alrededores de Guayaquil.
Durán es considerada por la policía la tercera ciudad más violenta de Ecuador después de Guayaquil —unida a ésta por dos puentes sobre los ríos Babahoyo y Daule— y de Esmeraldas, en la costa norte del país, donde operan bandas apadrinadas por cárteles de México y Colombia que se disputan el control de las rutas para el tráfico de drogas.
A poco de asumir el cargo a mediados de mayo, el alcalde de Durán, Luis Chonillo, sufrió un atentado con armas de grueso calibre del que se salvó milagrosamente —pero murieron tres personas— por lo que durante un tiempo estuvo en el extranjero y desde su regreso es custodiado por un fuerte contingente policial.
Vera es el segundo funcionario municipal de Durán asesinado. El 3 de agosto el director de Terrenos, Miguel Santos Burgos, fue ultimado en un taxi a tiros. El conductor del taxi y un custodio que iba en motocicleta también murieron.
La policía también confirmó que, en la ciudad de Machala, a 374 kilómetros al suroeste de la capital, se produjo en las últimas horas una secuencia de ataques que inició con la explosión de un vehículo, al que lanzaron una granada, y dos casas baleadas, una de ellas, terminó calcinada. No se registraron heridos ni víctimas.
Desde hace tres años, Ecuador ingresó en una espiral de violencia ocasionada por organizaciones criminales. Inicialmente cometieron masacres en las cárceles, pero la violencia se ha extendido rápidamente a las calles donde son usuales los asesinatos cometidos por sicarios, las extorsiones, los secuestros y los robos.
El 23 de julio fue asesinado Agustín Intriago, alcalde de Manta, la tercera ciudad más poblada del país, mientras asistía a una revisión de obras. Pero el crimen que más impacto produjo fue el del candidato presidencial Fernando Villavicencio, muerto a tiros por un grupo armado cuando salía de un mitin político el 9 de agosto en el norte de Quito.
Ecuador cerró 2022 con la tasa de homicidios más alta de su historia, 26 crímenes por cada 100.000 habitantes, según datos oficiales.