MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
"El país observó con horror cómo a Tyre Nichols le dieron patadas, puñetazos, descargas eléctricas y fue rociado con pimienta, y todos escuchamos a Nichols gritar, llamando a su madre, y diciendo: 'Sólo trato de volver a casa'", ha resaltado el fiscal general, Merrick Garland, en un comunicado.
Los expolicías implicados en la muerte de Nichols, Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Desmond Mills Jr, Emmitt Martin III y Justin Smith, fueron imputados por varios cargos, entre ellos asesinato en segundo grado, y se declararon no culpables por el caso.
En concreto, según el Departamento de Justicia, los cinco expolicías violaron los derechos civiles de Nichols por el uso desmedido de la fuerza, por no prestar asistencia médica durante su detención; por proporcionar informes falsos a la Policía para encubrir la violencia policial y por obstrucción.
Dos de los cargos conllevan una pena máxima de cadena perpetua, mientras que los otros dos ascienden a 20 años de prisión. El Departamento de Justicia anunció una investigación en julio sobre violencia policial dentro del cuerpo de Memphis.
Nichols fue detenido el 7 de enero durante un control de tráfico por una supuesta conducción temeraria finalmente no demostrada. Las imágenes de la detención, divulgadas por la Policía de Memphis, mostraron cómo los exagentes golpearon al joven con una porra y le aplicaron varias descargas eléctricas con una pistola taser.
La muerte de Nichols tres días después en el hospital desató una nueva ola de protestas en varias ciudades del país contra la brutalidad policial, especialmente tras la muerte de George Floyd, el ciudadano afroamericano que falleció durante su detención por agentes de policía en Minneapolis.