El jefe de DDHH de la ONU pide a las partes enfrentadas poner fin a cinco meses de "muerte y destrucción"

MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha pedido este martes a las partes enfrentadas en Sudán a poner fin cuanto antes a cinco meses de "sufrimiento, dolor, muerte y destrucción" antes de que "sea demasiado tarde" para el país.

En una serie de declaraciones ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Turk ha señalado que desde que comenzó el conflicto, la gente de Sudán se ha visto "atrapada en un círculo de violencia sin fin por parte de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sin que se espere "respiro" alguno.

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Así, ha lamentado que su equipo ha recabado historias de familias asesinadas o violadas, desaparecidas o arrestadas "sin aparente motivo", y ha puntualizado que se trata de una "catástrofe que ha roto una nación".

Según el Ministerio de Sanidad, al menos 1.500 civiles han muerto, pero se estima que la cifra podría ser mucho mayor. Más de 5,1 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y más de un millón buscan refugio en países vecinos, tal y como ha advertido.

"El conflicto ha paralizado la economía, empujando a millones de personas al borde de la pobreza. Ha paralizado casi por completo servicios esenciales en zonas afectadas por los combates, como la educación y la atención sanitaria", ha aseverado antes de afirmar que más de 7,4 millones de niños carecen de agua potable y al menos 700.000 corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda grave.

En este sentido, ha lamentado que a pesar de las promesas de las partes de investigar las graves violaciones de Derechos Humanos, el silencio "ha sido ensordecedor y nadie ha tenido que rendir cuentas".


IMPACTO "BRUTAL" SOBRE LOS CIVILES

Asimismo, ha hecho hincapié en que el conflicto tiene un "brutal impacto sobre los civiles" y ha señalado que los ataques indiscriminados han matado a cientos de personas. "Las RSF continúan ocupando zonas residenciales, obligando a los civiles a abandonar sus hogares, saqueando sus propiedades y, en muchos casos, matando a quienes se resisten", ha sostenido, si bien ha apuntado a que muchos "mueren en el fuego cruzado".

Turk ha recordado que las RSF han ocupado cientos de edificios civiles, incluidos hospitales y edificios de apartamentos para utilizar muchos de ellos con "fines militares". En la zona de Jartum, tres cuartas partes de los hospitales tuvieron que cerrar porque estaban ocupados, dañados por los bombardeos o enfrentaban una grave escasez de suministros médicos, según recoge el texto.

En el caso de Darfur Occidental, ha advertido que los ataques se han llevado a cabo por "motivos étnicos" y que esto ha provocado la muerte de "cientos de civiles no árabes", principalmente de la comunidad masalit. En otras zonas de Darfur, las víctimas civiles siguen aumentando, al igual que la destrucción de infraestructura civil, incluso en Nyala.

"Estoy profundamente preocupado por los llamamientos hechos por funcionarios de las Fuerzas Armadas de Sudán para que se arme a los civiles. (...) No se debe alentar a los civiles a participar en las hostilidades ni exponerlos al impacto de las operaciones militares", ha aseverado.

Además, ha hecho hincapié en que la población ha atravesado un "inmenso sufrimiento y sacrificio" a largo plazo en su larga tarea por lograr la paz y la justicia. "Este conflicto sin sentido alguno y décadas de dictadura militare han demostrado que una junta militar no puede traer estabilidad a Sudán", ha incidido. "Esto solo generará más sublevación y más sufrimiento", ha zanjado.


LLEGADA MASIVA DE HERIDOS A LOS HOSPITALES

Por su parte, la ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha lamentado que la llegada "masiva" de heridos a los hospitales se está convirtiendo en algo "habitual" en Sudán y ha situado en 43 los muertos y 60 los heridos a raíz del ataque perpetrado el domingo contra un mercado al sur de Jartum.

"Fue terrible y desgarrador. Decenas de cadáveres yacían bajo sábanas en el patio del hospital. Estuvieron así durante horas, hasta que los familiares pudieron venir a identificar los cuerpos", ha relatado Marie Burton, coordinadora de emergencias de MSF en Jartum.

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Según ha explicado, aunque la guerra dure ya casi cinco meses, los voluntarios "siguen conmocionados con la dureza de las escenas que han presenciado a lo largo del fin de semana".

El coordinador médico de MSF en la zona, Christian Mas Boilloud, ha indicado que el hospital Alban al Jadeed registró 45 heridos. "El hospital está muy cerca del lugar donde se produjo el ataque. Nuestros equipos oyeron una fuerte explosión, así que rápidamente se pusieron en modo emergencia. Poco después, empezaron a llegar pacientes en grupos", ha explicado.

"La mayoría de los pacientes tenían heridas de metralla y muchos de ellos estaban en estado crítico. Es horrible e inadmisible que las zonas residenciales y civiles estén siendo atacadas", ha manifestado.

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Las llegadas masivas de heridos a los hospitales se están convirtiendo en algo habitual en Sudán. El fin de semana anterior, tras el ataque a otro mercado en el sur de Jartum el 2 de septiembre, el hospital recibió 21 muertos y 6 heridos graves.

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