MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Según el comunicado, la decisión sobre la nueva planta estaría prevista para principios de 2024. En este contexto, Airbus y DGF han acordado que una parte de la producción de la primera planta beneficie a los clientes de Airbus.
El consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, ha destacado que este acuerdo apoya la aparición de "una nueva vía tecnológica que permite la producción de SAF a partir de una gama más amplia de fuentes de residuos y desechos", primero en EE.UU., con un potencial de producción a gran escala en todo el mundo.
El sistema de producción de combustible de DGF se basa íntegramente en residuos celulósicos, como los desechos de madera de la industria maderera, y en fuentes de energía renovables como la eólica y la solar.
La planta de DGF aspira a tener una capacidad de producción inicial de 120 millones de galones estadounidenses (454 millones de litros) de SAF al año de media, lo que podría ahorrar aproximadamente 1,5 millones de toneladas anuales de emisiones de CO2 a partir de 2026.
Este proyecto está en consonancia con el programa SAF Grand Challenge, patrocinado por el Gobierno de Estados Unidos, cuyo objetivo es producir 3.000 millones de galones estadounidenses (11.300 millones de litros) de combustible de aviación sostenible nacional al año, logrando al menos una reducción del 50% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).