LONDRES (AP) — La Unión Europea decidió el viernes no renovar un veto a los alimentos ucranianos dirigidos a países vecinos, los cuales se han quejado de que la llegada de los productos agrícolas de la nación en guerra ha perjudicado a sus agricultores.
La medida es preludio de roces con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumania, que han dicho que los alimentos provenientes de Ucrania se han quedado varados en el interior de sus fronteras, lo que causa una saturación. A su vez, esto ha provocado un descenso en los precios que ha afectado el sustento de los productores locales.
El asunto amenaza la unidad del apoyo europeo a Ucrania contra la invasión por parte de Rusia.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo que su gobierno ampliará su propio veto a los cereales ucranianos, aun si carece del consentimiento de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE. Autoridades dijeron que la medida será publicada el viernes.
“Haremos eso porque va en interés de los agricultores polacos”, dijo Morawiecki durante un acto de campaña previo a las elecciones parlamentarias del 15 de octubre, en las que el partido gobernante Ley y Justicia intenta atraer el voto de los agricultores.
Hungría anunció que no sólo extenderá su veto a las importaciones de granos ucranianos, sino que también restringirá de manera unilateral la importación de otros 24 productos agrícolas ucranianos a partir de la medianoche del viernes, como semillas de canola y girasol, harina, aceite de cocina, miel, ciertas carnes y huevos.
“Estamos defendiendo los intereses de los agricultores, así que ahora que Bruselas ha decidido ya no mantener el veto a las importaciones de productos agrícolas ucranianos, nuestro país lo hará bajo su competencia nacional e incluso lo ampliará a otros productos”, dijo el ministro húngaro de Agricultura, Istvan Nagy.
El primer ministro eslovaco Ludovit Odor indicó en un comunicado que su gobierno ha decidido ampliar el veto a las importaciones de cereales provenientes de Ucrania hasta finales de año.
“Tenemos que evitarle al mercado eslovaco una presión excesiva y ser justos con los agricultores locales”, declaró Odor.
La Comisión Europea dijo que “las distorsiones del mercado” creadas por los cereales ucranianos han desaparecido. Ucrania ha aceptado poner en marcha medidas a partir del sábado para controlar sus exportaciones de trigo y maíz, así como semillas de canola y girasol, a los países vecinos de la UE.
Además introducirá propuestas —por ejemplo, un sistema de licencias para exportaciones— dentro de 30 días para evitar un aumento en la oferta de granos, señaló la UE.
Por otro lado, en un cambio de postura, los legisladores de Bulgaria aprobaron el jueves reanudar las importaciones de alimentos provenientes de Ucrania. El ministro de Finanzas, Asen Vassilev, dijo que el veto ha privado al gobierno de ingresos fiscales y causado alzas en los precios de los alimentos.
Ucrania elogió la decisión de Bulgaria. Kiev había presionado para que se pusiera fin al veto porque, dijo, continuar las restricciones tendría “un claro efecto desestabilizador en el mercado mundial de alimentos”, declaró en un comunicado el Ministerio del Exterior ucraniano.
Los granos y otros alimentos ucranianos tienen permitido el paso por los cinco países europeos en dirección a las partes del mundo que los necesitan.
En julio, Rusia se retiró de un acuerdo negociado por la ONU que permitía a Ucrania exportar sin peligro sus cereales por el mar Negro. Las rutas a través de los países vecinos se han convertido en la principal arteria para que Ucrania —uno de los principales abastecedores globales de trigo, cebada, maíz y aceite vegetal— exporte sus mercancías agrícolas a partes del mundo que enfrentan problemas de hambre.
Los ataques recientes contra puertos ucranianos en el río Danubio han generado preocupaciones en torno a una ruta por la que cada mes se han transportado millones de toneladas de granos desde ese país hacia puertos de Rumania en el mar Negro.