California duplicará los impuestos sobre las armas y municiones, el dinero recaudado será utilizado para pagar una mayor seguridad en las escuelas públicas, así como varios programas de prevención de violencia en virtud de una nueva ley promulgada este martes por el gobernador Gavin Newsom.
De acuerdo con el grupo Brady, que aboga por el control de armas, confirmó que California es el único estado con sus propios impuestos sobre armas y municiones, ya que el gobierno federal tiene impuestos sobre la venta de pistolas del 10 u 11 por ciento, dependiendo el tipo de revólver. Además, la ley que Newsom promulgó añade otro impuesto de 11% sobre el ya establecido.
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Newsom, posible candidato a la presidencia por el Partido Demócrata luego de las elecciones de 2024, tiene una reputación de ser uno de los gobernadores más liberales de Estados Unidos. El cual, últimamente ha rechazado elevar los impuestos, incluso por causas que respalda la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, fue difícil que Newsom vetara dicho aumento de impuestos, debido a su abierto apoyo a las restricciones de armas a nivel estatal y nacional.
California lanza una campaña contra venta ilegal de armas
Gavin Newsom se encuentra a la mitad de una campaña a nivel nacional para modificar la Constitución de Estados Unidos con el fin de restringir la venta ilegal de armas para personas mayores de 21 años; pedir exhaustivas revisiones de antecedentes, imponer un periodo de espera para comprar y prohibir la venta de fusiles de asalto. Hay restricciones como esas en vigor en algunos estados, pero no en la Constitución.
Es poco probable que esa campaña tenga éxito, dada la composición política de los otros Congresos estatales que Newsom debe convencer. Pero dicha campaña lo ha puesto a la cabeza de un tema que está dentro de las prioridades de muchos votantes demócratas.
Newsom argumentó que este gravamen era distinto a otros aumentos de impuestos generales a los que suele oponerse porque la violencia con armas ya le cuesta a los contribuyentes mucho dinero en impactos a la salud y al sistema de justicia penal.
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“Creo que esta es una inversión muy modesta para prevenir y reducir esos costos en última instancia (...) Las masacres son demasiado. No podemos normalizarlo, no podemos aceptarlo. Este es un pequeño precio que pagar”, externó.
