El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha revelado datos alarmantes respecto a la discriminación en México. Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022, tres de cada 10 personas pertenecientes a la diversidad religiosa declararon haber sido víctimas de discriminación en el último año. Estos resultados arrojan luz sobre un problema persistente en el país, a pesar de los esfuerzos de las instituciones mexicanas por combatir la discriminación en todas sus formas.
Lo que llama la atención es que, mientras las autoridades trabajan para eliminar la discriminación, algunos actores políticos han optado por avivar la controversia en torno a la nacionalidad y la religión. En un país donde el 82.72% de la población se identifica como católica, la diversidad religiosa a menudo pasa desapercibida.
Sin embargo, en pleno 2023, el expresidente Vicente Fox ha reavivado un debate polémico al señalar que la coordinadora nacional para la defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum, es “judía y extranjera”. Estas declaraciones han provocado una ola de comentarios xenofóbicos en las redes sociales dirigidos hacia la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Es importante destacar que, aunque Claudia Sheinbaum tiene ascendencia judía, no se le conoce por ser una practicante activa de la religión.
La controversia se intensificó cuando Fox insistió en que Sheinbaum no cumple con los requisitos establecidos en el artículo 82 de la Constitución Mexicana para ser presidente o presidenta de México. Sin embargo, dicho artículo establece condiciones como ser ciudadano mexicano por nacimiento, tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección y haber residido en el país durante veinte años, entre otros requisitos. Claudia Sheinbaum cumple con todos estos puntos, a pesar de los señalamientos de Fox.
En un intento por respaldar sus afirmaciones, Fox y Quesada llegaron a afirmar que Sheinbaum es extranjera, a pesar de que en junio pasado se demostró su nacionalidad mexicana con la publicación de su acta de nacimiento. Además, se ha confirmado que sus padres —Carlos Sheinbaum Yoselevitz y Annie Pardo Cemo— también son mexicanos, con ascendencia en Lituania y Bulgaria. En este sentido, el panista reiteró la necesidad de tener padres mexicanos, sin embargo, la Constitución solo señala que deben ostentar la nacionalidad sin especificar en qué caso la adquirieron pero en este caso concreto, el padre de la morenista nacio en Jalisco y su madre, destacada bióloga, en Ciudad. de México.
La controversia en torno a la nacionalidad y la religión de Claudia Sheinbaum ha polarizado a la opinión pública. Mientras algunos se han unido a la voz de Vicente Fox, otros han criticado la intolerancia y la falta de respeto hacia la diversidad que representan estas declaraciones. El debate sobre estos temas es fundamental en una sociedad que busca promover la inclusión y la igualdad de derechos para todos sus ciudadanos.