GUIDONIA MONTECELIO, Italia (AP) — Los estadounidenses, grandes ganadores hace un par de años en Wisconsin, saben que una victoria fuera de casa en la Copa Ryder se les ha negado en los últimos 30 años.
Entre los retos está un público proeuropeo, listo para silbar cada acierto de los estadounidenses y para ovacionar cada falla.
Así, no fue una sorpresa que el jueves, en la víspera del comienzo del certamen, el capitán estadounidense Zach Johnson hiciera todo lo posible por ganarse la simpatía de la nación anfitriona en la ceremonia inaugural. Prodigó elogios a Italia y a los emigrantes de este país, que han aportado mucho a la cultura y al carácter de los estadounidenses.
“Y esta semana, de un modo muy modesto, esperamos que Estados Unidos pueda retribuir en algo a Italia”, indicó.
El capitán europeo Luke Donald pensó en qué podía ofrecer Estados Unidos.
“Sí, un buen trofeo dorado sería bonito el domingo por la noche”, comentó.
La batalla por ese trofeo de 17 pulgadas (42 centímetros), que está en manos desde que Estados Unidos aplastó 19-9 en Whistling Straits en 2021, comenzará este viernes por la mañana en el Marco Simone. Se trata de un campo de golf construido para aportar grandes emociones en un evento que realmente no necesita mucha ayuda para ello.
No es tanto por los hoyos asequibles de par 5 ni por los recorridos cortos de par 4. Más bien, el tema se relaciona con las colinas que permiten excelentes vistas y favorecen la propagación del ruido.
Jugar contra un público hostil nunca es fácil. Tal vez es ésa la razón por la que el equipo estadounidense no ha salido de territorio europeo con la Copa Ryder desde 1993.
Johnson cree que este año será diferente. Pero los capitanes de los seis equipos estadounidenses anteriores opinaron lo mismo.
En la sesión de apertura, prevista para el viernes por la mañana y consistente en foursomes, Johnson se sintió suficientemente cómodo para dejar fuera a Jordan Spieth y Justin Thomas, junto con Brooks Koepka, cinco veces campeón de majors y habituado a grandes escenarios como éste.
“Realmente me siento tranquilo con las cosas como están”, dijo Johnson. “Confío extremadamente en nuestros 12 chicos”.