Después del bombardeo contra el Hospital Ahli Arab en Gaza en donde se contabilizaron más de 500 muertos, en otros centros médicos se vive una incertidumbre y el personal se encuentra en la disyuntiva de abandonar a sus pacientes a una muerte casi segura o quedarse y arriesgar sus propias vidas.
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De acuerdo con Guillemette Thomas, coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) para los Territorios Palestinos Ocupados, con base en Jerusalén, colegas de la organización prestan apoyo a los equipos del Ministerio de Salud, sobre todo en el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, donde MSF llevaba años atendiendo a víctimas de quemaduras.
“Hoy, el personal médico sufre la misma suerte que el resto de los gazatíes: son bombardeados constantemente desde hace 10 días. Nuestros colegas nos cuentan que muchos médicos y otros trabajadores sanitarios han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí”.
Desde el inicio del conflicto bélico más de 9 mil 700 personas han resultado heridas y se estima que recientemente entre 800 y mil personas resultan heridas a diario en la Franja de Gaza, esta cifra contempla únicamente a quienes consiguen llegar a un hospital, ya que no todos tienen acceso a la atención médica por lo complicado que se ha vuelto el llegar a los nosocomios.
“Me temo que estas personas corren grave peligro de morir en las próximas horas porque se está haciendo imposible recibir atención médica”, lamentó Guillemette Thomas.
Por su parte, MSF asiste en el colapso de la atención médica, pues el personal local ya no puede tratar a los heridos ni admitir a nuevos pacientes. “Todo se hace en condiciones paupérrimas, con escasez de personal, medicamentos y equipos médicos. Hay un flujo constante de pacientes y heridos graves, con heridas traumáticas complejas, quemaduras, fracturas y miembros aplastados”.
El hospital Al-Shifa además de pacientes, actualmente alberga a miles de personas que acudieron para resguardarse de los constantes bombardeos. Gaza se encuentra en la oscuridad por el corte de la energía eléctrica, Al-Shifa es uno de los pocos lugares que aún cuentan con el servicio; sin embargo, el combustible sólo durará como máximo otras 24 horas.
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Sin electricidad muchos pacientes morirán, principalmente los que están en “cuidados intensivos, neonatología y con máquinas de respiración asistida. Los pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes y cáncer, y las embarazadas también corren peligro debido a la escasez general de medicamentos”, concluyó la coordinadora de MSF para los Territorios Palestinos Ocupados.
