TAIPÉI, Taiwán (AP) — China ha sustituido a su ministro de Defensa, el general Li Shangfu, según reportaron el martes medios estatales. El ministro lleva casi dos meses sin aparecer en público con pocas explicaciones.
Li es el segundo funcionario chino de alto nivel que desaparece este año, después del exministro Qin Gang, destituido en julio sin explicación.
No se ha visto a Li, que se convirtió en ministro de Defensa en una remodelación del gobierno en marzo, desde que ofreció un discurso el 29 de agosto.
No hay indicios de que la desaparición de Qin y Li reflejen un cambio en la política exterior o de defensa china, aunque ha planteado dudas sobre la resiliencia del círculo de poder del presidente y líder del Partido Comunista, Xi Jinping.
Xi tiene una reputación de valorar la lealtad por encima de todo y ha perseguido abiertamente la corrupción pública y privada, una campaña que en ocasiones se ha considerado como un método de eliminar rivales políticos y reforzar su posición política, en medio de un declive económico y crecientes tensiones con Estados Unidos sobre comercio, tecnología y Taiwán.
Li está sujeto a sanciones estadounidenses por supervisar la compra de armas rusas, lo que le impide entrar en Estados Unidos. Desde entonces, China ha cortado lazos con el ejército estadounidense, principalmente en protesta por la venta de armas estadounidenses a Taiwán, aunque Beijing también ha insinuado de forma clara que Washington debe levantar las medidas contra Li, que China no reconoce públicamente.
El anuncio de la televisora estatal CCTV indicó que tanto Li como Qin habían sido destituidos del Consejo Estatal, como se llama el gobierno y centro de poder de China. Eso prácticamente garantiza el final de sus carreras políticas, aunque sigue sin estar claro si enfrentarán cargos u otras sanciones legales.
El sistema político y legal china sigue siendo muy opaco, lo que aviva las especulaciones sobre posibles casos de corrupción, deslices personales o encontronazos con otras figuras destacadas como detonante de la caída en desgracia de funcionarios de alto rango.