JERUSALÉN (AP) — El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo a la nación el sábado por la noche que las fuerzas militares han iniciado una “segunda fase” de la guerra contra Hamás y que enviaron fuerzas terrestres a Gaza y ampliaron los ataques desde tierra, aire y mar.
Señaló que ello sólo aumentará previo a una amplia invasión terrestre del territorio.
“Hay momentos en los que una nación enfrenta dos posibilidades: Hacer o morir”, indicó Netanyahu. “Ahora nos enfrentamos a esa prueba y no tengo dudas de cómo terminará: Seremos los vencedores. Lo haremos y seremos los vencedores”.
El bombardeo, descrito por los habitantes de Gaza como el más intenso de la guerra, eliminó la mayor parte de las comunicaciones en el territorio. Los 2,3 millones de habitantes del enclave quedaron aislados del mundo, y el ejército israelí pasó a controlar la narrativa en la nueva etapa.
El ejército difundió imágenes granuladas de columnas de tanques que avanzaban lentamente por zonas abiertas en Gaza, muchas de ellas aparentemente cerca de la frontera, y apuntó que su aviación alcanzó docenas de túneles y búnkeres subterráneos de Hamás. Estas estructuras subterráneas son un blanco crucial hacia el objetivo de aniquilar al grupo gobernante tras su sangrienta incursión en Israel hace tres semanas.
La escalada aumentó la presión interna sobre el gobierno israelí para que consiga la liberación de docenas de rehenes secuestrados en la incursión de Hamás del 7 de octubre, ante la preocupación de que estuvieran retenidos en sitios subterráneos.
Familiares desesperados se reunieron con Netanyahu el sábado y expresaron su apoyo a un intercambio por prisioneros palestinos retenidos en Israel, un canje propuesto por un portavoz de Hamás.
Netanyahu dijo en la conferencia de prensa televisada a nivel nacional que Israel está decidido a traer de vuelta a todos los rehenes, y sostuvo que la operación terrestre en expansión “nos ayudará en esta misión”. Dijo que no podía revelar todo lo que se está haciendo debido a lo delicado y secreto de los esfuerzos.
“Esta es la segunda fase de la guerra, cuyos objetivos están claros: Destruir las fuerzas militares y las capacidades gubernamentales de Hamás y traer a los rehenes a casa”, aseveró.
Desde hace días, Israel empezó a acumular a cientos de miles de soldados a lo largo de la frontera. Hasta ahora, sus tropas habían realizado breves incursiones nocturnas antes de regresar al país.
El número de palestinos muertos en Gaza ha superado los 7.700 desde el 7 de octubre, con 377 muertes registradas desde el viernes a la noche, según el Ministerio de Salud del territorio. La mayoría de los muertos eran mujeres y niños, dijo el Ministerio.
El vocero del Ministerio, Ashraf al-Qidra, dijo a la prensa que la destrucción de las comunicaciones ha “paralizado totalmente” la red de salud. La gente no tenía medios para llamar a las ambulancias, y los equipos de emergencia se dirigían hacia el estruendo de la artillería y las bombas para buscar a los heridos.
Alrededor de 1.700 personas siguen atrapadas bajo los escombros, de acuerdo con el Ministerio de Salud, que ha dicho que basa sus estimados en las llamadas de emergencia que recibe.
Algunos civiles removían escombros con las manos para sacar a los heridos y llevarlos en autos particulares o carretas tiradas por burros al hospital. En un video publicado por medios locales, se veía a palestinos corriendo por una calle arrasada, portando sobre una camilla a un hombre cubierto de sangre y polvo. “¡Ambulancia! ¡Ambulancia!”, gritaba el hombre mientras los demás subían la camilla a la parte trasera de una camioneta y gritaban al conductor: “¡Ve! ¡Ve!”.
Algunos habitantes de Gaza se desplazaron a pie o en auto para ver cómo estaban sus familiares y amigos. “Las bombas estaban por todas partes, el edificio temblaba”, declaró Hind al-Khudary, periodista del centro de Gaza y una de las pocas personas con servicio de telefonía móvil. “No podemos contactar con nadie. No sé dónde está mi familia”.
Israel señaló que sus ataques se dirigen contra combatientes e infraestructura de Hamás y que los militantes actúan entre la población civil, poniéndola en peligro.
La Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a “la humanidad de todos aquellos que tienen el poder de hacerlo para que pongan fin ya a los combates” en Gaza. “Cada hora hay más heridos. Pero las ambulancias no pueden llegar hasta ellos en el apagón de las comunicaciones. Las morgues están llenas. Más de la mitad de los muertos son mujeres y niños”, afirmó en un comunicado, y expresó su “grave preocupación” por los bombardeos registrados cerca de hospitales en la mitad norte de Gaza.
Los palestinos dijeron que esta guerra les está robando no sólo a sus seres queridos, sino también los ritos funerarios que durante mucho tiempo han ofrecido a los dolientes cierta dignidad y un cierre en medio de un dolor insoportable. La saturación de los cementerios ha obligado a las familias a desenterrar los cadáveres que fueron enterrados desde hace tiempo y a hacer más grandes las tumbas.
En toda Gaza, civiles aterrorizados se apiñaban en casas y refugios mientras se agotaban los suministros de alimentos y agua. Israel cortó la electricidad al principio de la guerra.
Más de 1,4 millones de personas han huido de sus hogares, y casi la mitad se hacinan en escuelas y refugios de la ONU, tras las repetidas advertencias del ejército israelí de que correrían grave peligro si permanecían en el norte de Gaza.
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Magdy informó en El Cairo. Los periodistas de The Associated Press Samya Kullab en Bagdad y Joe Federman en Jerusalén contribuyeron a este despacho.