El ultraliberal Javier Milei se ha impuesto en las elecciones presidenciales argentinas con una clara ventaja de once puntos sobre su rival, el peronista Sergio Massa, y tratará así de poner en marcha una revolución en las políticas económicas y alineamiento internacional del país sudamericano para romper con los cuatro años de mandato de Alberto Fernández.
El excéntrico Milei ha situado la reestructuración económica de Argentina como la punta de lanza de su campaña electoral, prometiendo no solo la dolarización de la economía, sino también reducir drásticamente la cifra de ministerios, pasando de 18 carteras a apenas ocho, en lo que el presidente electo ya catalogó como una “reforma completa del Estado”.
A mediados de agosto, cuando las elecciones presidenciales aún se veían lejos en el horizonte, Milei compartió un vídeo en el que, frente a una pizarra, adelantaba qué ministerios suprimiría y cuáles se mantendrían en su futuro gabinete. Los agraciados serían los ministerios de Capital Humano, Infraestructura, Economía, Justicia, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores e Interior.
Arrancando las pegatinas con el nombre de cada cartera de un organigrama gubernamental, Milei aseveraba que eliminaría las carteras de Turismo y Deporte, Cultura, Ambiente y Desarrollo Sostenible; Mujeres y Género; Obras Públicas, Ciencia y Tecnología, Sector Público, Trabajo y Seguridad Social, Educación, Transporte, Salud y Desarrollo Social.
“El Estado no es la solución, el Estado es el problema”, aseveraba entonces el entonces candidato, añadiendo que precisamente el Estado era “la fuente de la decadencia argentina” y que “nada bueno salió del sector público”.
Por otro lado, Milei ha apuntado al cierre o la privatización de “todas las empresas públicas”, una medida que podría incluso afectar a medios de comunicación como la agencia pública de noticias Télam, la cadena de televisión TV Pública, el Instituto Nacional de Ciencia y Artes Audiovisuales o el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo.
Más medidas económicas
Además de los recortes en gasto estatal, Milei ha prometido a lo largo de los últimos meses una batería de medidas económicas en la que la dolarización del país es la propuesta estrella, pero que esconde otra serie de iniciativas como la reducción drásticas del gasto público a menos de un 15% del Producto Interior Bruto o la reducción de impuestos.
En este ámbito destaca su apuesta por eliminar el Banco Central de Argentina, que no solo terminará con la inflación “para siempre”, sino que permitirá a los argentinos “comerciar con la moneda que quieran”. Argentina vive inmersa en una crisis financiera desde hace más de 20 años que obligó al país a llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en 2018 para pagar la deuda. La inflación en Argentina es actualmente del 142.7% y va en aumento.
Milei también aboga por “eliminar el 90% de los impuestos actuales”, pues, según él, “solo tienen un impacto de alrededor del 2% del PIB en términos de recaudación pero entorpecen el funcionamiento de la economía”, según recoge el diario ‘Ámbito’.
Asimismo, su programa electoral recoge la reforma del sistema energético para revertir una situación de “desinversión, desfinanciación e ineficiencia”, abogando en este punto por suprimir los subsidios; a la par que recortes en gasto en jubilaciones y pensiones, apuntando a la transición hacia un modelo privado.
Política internacional
En lo que a la postura de Argentina en el panorama internacional se refiere, Milei ha abogado por romper con los posicionamientos de Fernández --más próximo a Brasil y a China-- y apostar por reforzar no solo las relaciones con Estados Unidos, sino también con Israel.
De esta forma Argentina se distanciaría de la tendencia en Sudamérica y Centroamérica. Bolivia y Belice han llegado a romper relaciones diplomáticas con Israel, mientras que otros países como Colombia, Honduras o Chile han llamado a consultas a sus embajadores en Tel Aviv.
Poco después de certificar su victoria, Milei anunció que antes del 10 de diciembre --fecha de la investidura-- viajará a Estados Unidos y también a Israel, este segundo destino tras recibir una invitación del Ministerio de Exteriores israelí. “Esos son los primeros viajes que voy a hacer. Todo será antes de asumir (el cargo)”, ha manifestado el mandatario electo.
En medio de la guerra en Oriente Próximo, las relaciones entre Argentina e Israel han sido una de las cuestiones sobre las que Milei se ha tenido que posicionar, abogando por inaugurar la Embajada argentina en Jerusalén, un gesto con el que remarcar el apoyo a las autoridades israelíes en contra de la Autoridad Palestina.
Conocedor de las posturas de Milei, el ministro de Exteriores iraelí, Eli Cohen, trasladó su enhorabuena al presidente electo el mismo domingo por la noche, apenas instantes después de conocerse la victoria del ultraliberal. "Esperamos trabajar junto con usted para fortalecer las relaciones entre Israel y Argentina y profundizar los vínculos entre los pueblos", apuntó el ministro israelí en sus redes sociales.
Milei, cercano a otras figuras políticas de ultraderecha, como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro, ha deslizado que su victoria electoral podría ser la antesala del retorno de estos dos exmandatarios a la Presidencia de sus respectivos países. Estados Unidos celebrará elecciones presidenciales en 2024, mientras que Brasil hará lo propio en 2026.
De hecho, Trump también expresó su apoyo a Milei antes de las elecciones y tras conocerse su victoria reconoció estar “muy orgulloso” de él. “Cambiarás el rumbo de tu país y verdaderamente harás Argentina grande nuevamente”, manifestó Trump en sus redes sociales.
Justicia, educación y seguridad
Finalmente, Milei ha propuesto una reforma del sistema judicial, pues en los últimos años la Justicia habría trabajado al servicio de la clase política gobernante y "en vez de funcionar como defensora de los derechos de los individuos ha sido utilizada para perseguir opositores y favorecer a amigos".
Así, el ultraliberal apostó durante su campaña electoral por impulsar una remodelación del sistema que “tenga por fin la despolitización de la Justicia y la defensa de los derechos fundamentales de los argentinos”. Milei ha prometido también cubrir las vacantes que existen en el Tribunal Supremo de Justicia y en el puesto de procurador general.
En materia de Educación, un ministerio al que Milei relacionó directamente con el “adoctrinamiento”, el presidente electo prometió en su día avanzar hacia un modelo “de libre elección y competencia”, permitiendo que sean los padres de los alumnos quienes puedan elegir los contenidos que se enseñan en las aulas.
Finalmente, en materia de seguridad Milei ha apostado por poner en marcha un sistema “basado en el principio de que el que la hace la paga”, allanando así el camino hacia una reforma de la ley de Seguridad Interior, de Defensa Nacional y de Inteligencia, así como luchar contra la ocupación de tierras y “priorizar la lucha contra el narcotráfico”.
“Debido al tamaño elefantiásico del Estado se ha perdido todo control sobre el accionar no solo de las fuerzas, sino de cada estamento del Estado”, ha denunciado en alguna ocasión un Milei que ha lamentado que “la seguridad en Argentina ha caído en un deterioro constante desde hace décadas”.