CARACAS, Venezuela (AP) — Los venezolanos votaban el domingo en un referendo supuestamente para decidir el futuro de una amplia región de la vecina Guyana que su gobierno reclama como propia, con el argumento de que el territorio se robó cuando se trazó una frontera de norte a sur hace un siglo.
Guyana considera el referendo como un paso hacia la anexión y la consulta ha puesto en vilo a sus residentes. La votación pregunta a los venezolanos si están a favor de establecer un estado en el territorio disputado, Esequibo, conceder la ciudadanía a los residentes actuales y futuros de la zona y rechazar la jurisdicción de la máxima corte de Naciones Unidas para resolver la disputa entre los dos países suramericanos.
La Corte Internacional de Justicia ordenó el viernes a Venezuela que no emprendiera ninguna acción que afectara al control de Guyana sobre Esequibo, pero los jueces no prohibieron específicamente la celebración del referendo de cinco preguntas. Guyana había pedido a la corte que vetara parcialmente la votación venezolana.
Las implicaciones legales y prácticas del referendo siguen sin estar claras. Pero en comentarios explicando el veredicto del viernes, la presidenta de la corte internacional, Joan E. Donoghue, dijo que las declaraciones del gobierno venezolano sugerían que “está tomando medidas con vistas a tomar el control y administrar el territorio en disputa”.
“Más aún, oficiales militares venezolanos anunciaron que Venezuela está tomando medidas concretas para construir una pista de aterrizaje que sirva como ‘apoyo logístico para el desarrollo integral de Esequibo'”, dijo.
El territorio de 159.500 kilómetros cuadrados (61.600 millas cuadradas) supone dos tercios de Guyana y también limita con Brasil, cuyo Ministerio de Defensa dijo en un comunicado esta semana que ha “intensificado sus acciones defensivas” y reforzado su presencia militar en la región como resultado de la disputa.
Esequibo es más grande que Grecia y rica en minerales. También da acceso a una zona del océano Atlántico donde se descubrió petróleo en cantidades comerciales en 2015, lo que llamó la atención del gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El gobierno de Venezuela ha promocionado el referendo durante semanas y plantea la participación como un acto de patriotismo y a menudo lo equipara con una demostración de apoyo a Maduro.
