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Médico da testimonio ante unidad británica de crímenes de guerra al volver de Gaza

El doctor Ghassan Abu Sitta, cirujano plástico palestino-británico especializado en atención médica en conflictos armados, habla durante una entrevista con The Associated Press en el Instituto de Estudios Palestinos en Beirut, Líbano, el sábado 9 de AP (Hussein Malla/AP)

BEIRUT, Líbano (AP) — Un cirujano palestino británico que pasó semanas en la Franja de Gaza durante la actual guerra entre Israel y Hamás como parte de un equipo de Médicos Sin Fronteras afirmó haber prestado testimonio ante una unidad británica de investigación sobre crímenes de guerra.

Ghassan Abu Sitta, cirujano plástico especializado en atención médica en conflictos armados, ha participado como voluntario con equipos médicos en diferentes conflictos en Gaza, empezando como estudiante de Medicina a finales de la década de 1980, durante el primer levantamiento palestino. También ha trabajado en otras zonas de conflicto, como Irak, Siria y Yemen.

Abu Sitta cruzó de Egipto a Gaza el 9 de octubre, dos días después del estallidos de la guerra, y permaneció en el enclave asediado durante 43 días, trabajando principalmente en los hospitales de Al Ahli y Shifa, en el norte de Gaza.

La guerra se desató a raíz de una incursión mortal dirigida por Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel, en la que los milicianos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles. Desde entonces, Israel ha lanzado una dura ofensiva aérea y terrestre que ha matado a más de 17.700 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás.

Abu Sitta dijo el sábado a The Associated Press en una entrevista durante una visita al Instituto de Estudios Palestinos de Beirut, que la intensidad de otros conflictos que ha vivido y la guerra de Gaza es como “la diferencia entre una inundación y un tsunami”. Aparte del asombroso número de muertos y heridos, dijo, el propio sistema sanitario ha sido blanco de ataques y ha quedado destruido en Gaza.

“Lo peor fue que inicialmente se acabaran la morfina y los analgésicos fuertes adecuados y, más tarde, que se acabara la medicación anestésica, lo que significaba que había que realizar procedimientos dolorosos sin anestesia”, declaró Abu Sitta.

Dijo que cuando regresó al Reino Unido, la unidad de crímenes de guerra de la Policía Metropolitana le pidió que rindiera declaración en una posible investigación de crímenes de guerra, y así lo hizo.

La policía había hecho un llamado a las personas que regresaran de Israel o de los territorios palestinos y que “hubieran sido testigos o víctimas de terrorismo, crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad” para que se presentaran.

Abu Sitta afirmó que gran parte de su testimonio se refirió a ataques contra instalaciones sanitarias.

Estaba trabajando en el hospital al-Ahli en el norte de Gaza el 17 de octubre cuando una explosión mortal impactó el patio del hospital, que se había convertido en un refugio para personas desplazadas, matando a cientos. Las autoridades israelíes, junto con las agencias de inteligencia estadounidenses y francesas, han asegurado que la explosión fue causada por un cohete palestino fallido.

Hamás sostuvo que se trataba de un ataque israelí. Abu Sitta dijo que muchas de las lesiones que vio eran más consistentes con los daños causados ​​por un misil Hellfire israelí que, según dijo, “se desintegra en fragmentos de metal que causan amputaciones”.

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