Como cada 12 de diciembre, miles de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe para dar gracias o pedir favores para el año que termina y el que está por comenzar. Los fieles de distintos estados se organizan en peregrinaciones para llegar hasta el cerro del Tepeyac a pie, en bicicleta o en caravanas de vehículos.
También acuden con familias completas, con bebés, adultos mayores e incluso con sus mascotas. Esto ocasiona que algunos perritos sean abandonados en el camino o incluso en las inmediaciones de la Basílica.
Ante esta situación, la organización civil Mundo Patitas, a través de sus redes sociales, hizo un llamado a los peregrinos que viajan a la Ciudad de México para que no abandonen a su suerte a las mascotas que les acompañan.
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“Cada año, decenas de perritos son abandonados por peregrinos y visitantes en la Basílica de Guadalupe. Los vecinos del perímetro, alcaldía Gustavo A. Madero, piden que no los abandonen a su suerte porque, en los días posteriores al festejo, los encuentran rondando en las calles, desorientados”, publicó la organización civil en su cuenta de Facebook.
Después de las celebraciones a la Virgen en las casas cercanas al templo mariano, comienzan a aparecer perritos, la mayoría mestizos, que no saben dónde se encuentran, pues en muchos casos siguieron a sus dueños desde los estados, lo que les deja con menos posibilidades de poder regresar. En 2022, la asociación animalista acogió a 20 lomitos abandonados que posteriormente fueron llevados a un refugio.
El tema de los perros abandonados durante las peregrinaciones causa indignación en redes sociales, donde los cibernautas califican de hipócrita el actuar de quienes los dejan a su suerte en una ciudad lejana de sus hogares.
Según Norma Huerta, directora de la fundación Mundo Patitas, cuentan con una iniciativa para rescatar a todos los perros peregrinos abandonados y llevarlos a refugios para cuidarlos.
“De repente me entero de que año con año en la Basílica de Guadalupe se da esto, el abandono masivo de perros que acompañan a los peregrinos. Son perros que se suman al contingente cuando las personas se detienen a comer o descansar, y los va siguiendo. El problema es que una vez que cumplen con su manda, las personas regresan, pero lo hacen en carros o Metro, y es cuando el animalito ya no tiene lugar. Así comienza el abandono de los perros peregrinos”, señaló la activista en Facebook.
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La mayor parte de los casos, según Norma, ocurre cerca de la estación del Metro 18 de Marzo o en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe.
Indicó que una vez que los peludos ingresan al refugio, entran a un programa de adopción para encontrarles un nuevo hogar. Sin embargo, la suerte de encontrar una familia depende mucho del tamaño, color y apariencia del perrito.
La directora de Mundo Patitas hizo un llamado a las personas a no abandonar a sus perros y ser responsables de sus mascotas.
