El Consejo Municipal de Nueva York aprobó el pasado lunes un paquete integral de equidad menstrual, el cual incluye una ampliación del suministro de productos menstruales en las instituciones públicas, escuelas, cortes y prisiones de dicha ciudad estadounidense.
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La iniciativa fue liderada por la demócrata Adrienne Adams, presidenta del Consejo Municipal de Nueva York. El proyecto lucha contra la “estigmatización” de los productos menstruales, así como el acceso limitado y desproporcionado a ellos, en su mayoría mujeres que viven en extrema pobreza.
Bajo dicha ley se solicita que utilicen la terminología inclusiva de género, es decir, que todos los documentos y otros materiales generados en esa ciudad deben ser nombrados como “producto menstrual” en lugar de “producto de higiene femenina”.
Ampliar acceso a productos menstruales
De acuerdo con la nueva legislación, el Departamento de Educación deberá informar a los estudiantes acerca de la disponibilidad y suministro gratuito de productos menstruales en las escuelas. Ampliará el grupo de edad para estudiantes femeninas reciban estos productos, ya que muchas empiezan su ciclo menstrual antes de la edad promedio.
Desde 2016, los productos menstruales están disponibles en las escuelas para estudiantes de sexto a décimo segundo grado, pero entre las nuevas medidas se ordena la distribución a niñas de cuarto grado.
También se proporcionan en refugios, incluidos albergues para víctimas de violencia doméstica, para adultas solteras, para familias y viviendas para neoyorquinos con VIH, prisiones y cortes.
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Nueva York se convirtió en la primer ciudad de Estados Unidos en brindar a todas las mujeres los productos de higiene femenina de forma gratuita, en junio de 2016.
Para la demócrata Adrienne Adams este paquete de equidad menstrual da dignidad humana básica a quienes menstrúan: “Ampliar el acceso equitativo a los productos menstruales es una cuestión de brindar dignidad humana y, como primer Consejo de mayoría femenina, estamos orgullosos de hacer de esto una prioridad”.
Además, la nueva legislación añade a la lista las copas menstruales y pide que estén disponibles en instituciones públicas, escuelas, cortes, entre otras, por considerarse una alternativa duradera y amigable con el medio ambiente.
