El consumo de drogas adulteradas con fentanilo en la capital y en la región central del país fue confirmado por un estudio publicado a inicios de diciembre en la revista Harm Reduction Journal, el cual tras recabar muestras de drogas como éxtasis (MDMA) y cocaína en un festival de música electrónica realizado en las cercanías de la Ciudad de México, halló la presencia del opioide en al menos el 50% de las dosis analizadas.
A pesar de que a nivel gubernamental se niega sistemáticamente que el consumo de fentanilo represente un problema en la CDMX, la evidencia aportada por los científicos Silvia Cruz Martín del Campo, Miguel Bencomo-Cruz, María E. Medina-Mora, Fabiola Vázquez-Quiroz y Clara Fleiz-Bautista, alerta sobre los riesgos en la salud del uso de adulterantes como este opiode en los mercados de drogas callejeros, festivales y lugares de reunión de jóvenes y adultos expuestos a estas sustancias.
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Diversos especialistas coinciden en que el fentanilo gana terreno en silencio, pues los narcotraficantes mezclan esta sustancia con drogas como la heroína, cocaína, metanfetamina y el éxtasis para aumentar la dependencia de los consumidores de estos estupefacientes, lo que aumenta el riesgo por sobredosis.
En este sentido, la coautora del estudio y doctora en farmacología por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Silvia Cruz Martín del Campo, recalcó a Publimetro que existe suficiente evidencia del consumo de fentanilo en México para que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Sin embargo, la doctora en farmacología del Cinvestav aclaró que el consumo local está muy lejos de la epidemia que se vive en Estados Unidos –supera las 100 mil muertes al años por sobredosis–, pues a pesar de que en lugares como Tijuana, Baja California, comienza a haber evidencia forense que confirma la problemática, haca falta mucho testeo para dimensionar el consumo del opioide –consensuado o no– por la población que usa estupefacientes.
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Para el estudio se recopilaron 51 muestras de 40 usuarios con un rango de edad entre los 22 y los 48 años de edad (92.5% hombres), de los cuales el 70% adquirió la sustancias en la CDMX, seguido de entidades como el Estado de México (8.2%), Morelos (6.1%), Querétaro (6%) y Aguascalientes (2%).
Aunque ninguno de los sujetos que participaron en el estudio esperaba encontrar fentanilo en sus sustancias, 14 de las 22 muestras de MDMA y dos de cada cuatro muestras de cocaína que se analizaron dieron positivo al opioide.
El consumo en CDMX
En la capital se tiene un estimado de 259 personas que que utilizan fentanilo como fármaco controlado. Sin embargo, se conoce poco o nada de los usos indebido y el mercado ilegal del opiáceo sintético (entre 50 y 100 veces más potente que la morfina) recetado a pacientes con dolores intensos, crónicos y, que también se utiliza de manera común después de operaciones quirúrgicas.
En agosto de 2023, Publimetro informó sobre el incremento del 57% entre 2022 y los primeros siete meses de 2023 en las atenciones médicas brindadas por consumo de fentanilo en el sector salud de la Ciudad de México.
Solo entre enero y junio de este año, las Clínicas Hospitales de Especialidades Toxicológicas (CHET) de la Secretría de Salud local (Sedesa), ubicadas en Venustiano Carranza y Xochimilco, atendieron 22 casos por consumo de fentanilo, 51% de los contabilizados en los últimos tres años y medio.
Tres preguntas con Silvia Cruz Martín del Campo, doctora en farmacología del Cinvestav
¿Cuáles son los principales riesgos de los adulterantes hallados en drogas como la cocaína y el éxtasis?
El del fentanilo es la posibilidad de una sobredosis que puede ser mortal, y que por no pensar que están expuestos, o no reconocer los síntomas como cuando respiran muy lentamente o pierden el tono muscular, no saben el riesgo que están corriendo.
Cuando esto ocurre hay que conseguir a como dé lugar o tener previamente el antídoto que es la naloxona que en este momento está controlada, no se puede conseguir más que con receta y eso lo hace muy peligroso. Existe la necesidad de que logremos que la naloxona se desclasifique y esté disponible para evitar muertes por sobredosis.
¿Hay algún esfuerzo gubernamental focalizado en los descubrimientos de su investigación?
Desafortunadamente no hay esfuerzos articulados que nosotros conozcamos a nivel gubernamental, estos esfuerzos los vienen haciendo desde hace años diferentes organizaciones no gubernamentales, personas que trabajan con las poblaciones ya sea callejeras o usuarios, y que hacen esta política de reducción de riesgos.
Es una política que algunas personas les cuesta trabajo aceptar porque dicen “bueno, ¿por qué vamos a gastar en personas que están consumiendo?” y eso va muy de la mano de no entender que hay un problema de salud pública.
Haber hecho este estudio y publicarlo en una revista internacional le da lo que queríamos, la solidez de una investigación para que se tomen las diferentes medidas basadas en evidencia.
¿Qué lógica tiene adulterar las sustancias?
Hay una enteramente de tipo económico, se necesitan cantidades bajísimas de fentanilo para que tenga efecto, ya lo hemos dicho en muchas partes, un kilo de fentanilo alcanza, para medio millón de dosis mortales.
Un kilo de fentanilo que no pretende ser una dosis mortal, alcanza, para un millón de dosis y un kilo equivaldría a 50 kilos de heroína o a 100 kilos de heroína, porque es mucho más potente, esto se refiere a que necesita una cantidad 50 o 100 veces más baja para tener los mismos efectos.
Entonces se hace fácil de transportar, de almacenar, es completamente sintética, no requiere pasar por un cultivo de amapola, por la extracción y por la purificación, se hace totalmente en laboratorio y el margen de ganancias es enorme.
A considerar
- Los principales adulterantes hallados fueron la metilendioximetanfetamina, la metilendioxipropilanfetamina, la hidroxianfetamina y el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, conocido como venlafaxina.
- Adulterantes como venlafaxina y el fentanilo aumentan el riesgo de sobredosis y aparición del síndrome serotoninérgico, afección potencialmente mortal producida por una actividad aumentada del sistema nervioso relacionada con el consumo de estupefacientes.
- Las autoridades tiene el desafío de controlar el consumo de drogas en los festivales al aire libre. Los especialistas sugieren el acceso al antídoto opioide naloxona y asistencia médica para salvar de vidas; sin embargo, en México la naloxona forma parte de la lista de sustancias restringidas.