El gobierno de Estados Unidos anunció el pasado 5 de enero jugosas recompensas de hasta 10 millones de dólares (cerca de 170 millones de pesos) por información que permita “afectar” los “mecanismos financieros” del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El Programa de Recompensas para la Justicia del Departamento de Estado estadounidense ofrece estos pagos a cambio de detalles sobre “facilitadores financieros” identificados como Abdelbasit Hamza el Hasán Jair, Amer Kamal Sharif al Shaua, Ahmed Sadu Jahleb, Ualid Mohamed Mustafá Jadalá y Muhamad Ahmad Abdeldayim Nasralá.
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De la misma forma, el gobierno norteamericano especificó que El Hasán Jair es un “financiador” de Hamás que reside en Sudán y que “ha gestionado numerosas compañías de la cartera de inversiones de Hamás” como parte de una red que permite “blanquear dinero”.
Además, ha dicho que el hombre “tiene lazos financieros desde hace mucho tiempo con Al Qaeda y con compañías vinculadas a Usama bin Laden en Sudán”.
Por su parte, Al Shaua, Jahleb y Jadalá son “operativos de Hamás que son parte de la red de inversión de Hamás en Turquía”, mientras que Nasralá “es un operativo del grupo armado con lazos estrechos con entidades iraníes” que ha participado en “la transferencia de millones de dólares” a Hamás y su brazo armado, las Brigadas Ezzeldín al Qassam.
La medida es parte de las otras y algunas sanciones aplicadas por Estados Unidos contra el grupo islamista palestino tras los ataques ejecutados el 7 de octubre contra Israel, que se saldaron con cerca de mil 200 muertos y unos 240 secuestrados, según el balance facilitado por las autoridades israelíes.
Estados Unidos es el principal país que apoya abiertamente a Israel con ayuda militar y financiera contra Palestina, que recibe el mismo respaldo por parte de Rusia.