El gobierno federal recurrió a la vieja práctica de imprimir billetes para financiar las obras insignia de la 4T, fondear los programas sociales y entregar apoyos federales con fines electorales, como ocurría en la década de los 70 del siglo pasado.
Y ello esconde un peligro latente de una nueva crisis de inflación, alza en el precio del dólar o depreciación del peso mexicano y, en un caso extremo, hasta el colapso de la economía de tu familia y el país, porque la emisión de billetes está respaldada por deuda.
Revisa la primera parte de esta investigación: Banxico dispara la impresión de billetes para pago a proveedores y programas
El especialista en Finanzas y Economía de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Ramón Martínez, explicó que –tal como lo publicó Publimetro esta semana– existe una estrategia oficial para financiar apoyos a damnificados del huracán Otis, pagar a proveedores del Tren Maya y cubrir las pensiones de adultos mayores con “puros” billetes nuevos.
En la primera parte de esta investigación, el Banco de México (Banxico) reportó que la cantidad de billetes en circulación, de todas las denominaciones, tuvo un aumento de 605.7 millones de piezas, con un total de ocho mil 463 millones entre noviembre de 2022 y el mismo mes de 2023.
Reveló que, 38% de dicho en el circulante, equivalente a 229.2 millones de billetes nuevos, ocurrió justamente entre octubre y noviembre del año pasado, después del paso de Otis por las costas de Guerrero. Además de que proveedores del Tren Maya confirmaron que reciben “maletines” de billetes de mil que todavía “huelen a nuevo”.
Peligros detrás de los billetes nuevos
Para explicar los peligros y riesgos que se esconden detrás de la emisión de billetes nuevos con fines electorales, de cara a la sucesión presidencial de este 2024, el especialista de la EBC, Ramón Martínez contestó cuatro preguntas clave:
1. ¿Están emitiendo billetes para financiar la reconstrucción de Acapulco y las necesidades de gasto del gobierno de AMLO?
– Sí, para sanear todas las necesidades de gasto que tiene el gobierno: obras públicas como el Tren Maya, infraestructura, programa sociales y apoyos federales, no nada más para el tema del huracán Otis, sino las necesidades de gasto en un año electoral.
Esto obedece a la necesidad de acelerar la construcción de la obras emblemáticas de la 4T y el requerimiento de recursos para el pago de programas sociales, además de hacer frente al gasto característico que desata el cambio de gobierno.
Debemos decir que las necesidades de gasto público en años electorales tienden a ser muy fuertes los últimos seis meses del sexenio y ahorita podemos ver que hay mucha obra pública porque se acaba el periodo de este gobierno. Esta estrategia no había sucedido de las década de los 70, del siglo pasado.
2. ¿De dónde provienen o qué respalda la emisión de billetes con que están pagado los apoyos por Otis, proveedores del Tren Maya y programas sociales?
– Primero, la impresión de billetes de mil pesos, que son los más usados en la entrega de dichos apoyos, son parte de la estrategia del Banxico para reducir el uso de piezas de baja denominación, que se anunció desde antes de la pandemia de Covid-19.
Pero ello tiene que estar soportado por la liberación de las reservas que tiene el país. En este caso, esos billetes nuevos provienen de la liberación de recursos por la contratación de deuda pública y colocación de bonos del gobierno; demás del famoso superdéficit fiscal previsto para 2024 –que precisamente se cubre con deuda– y será equivalente a 5.7% del PIB.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Hacienda, acaba de emitir una deuda récord en bonos gubernamentales y, sin duda estas emisiones y los dólares que entran por esa deuda permiten emitir billetes, porque están respaldados por deuda.
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3. ¿Qué riesgo existe para el país y los mexicanos de a pie?
– En este momento es bajo el riesgo, porque las necesidades de gasto están soportados por la emisión de deuda y porque el país guardó un equilibrio financiero al no utilizar o contratar créditos para hacer frente al cierre de la economía durante y después de la pandemia de Covid-19.
Pero, el verdadero peligro está en que el próximo gobierno cuente con una estrategia financiera y fiscal, para reducir el nivel de endeudamiento que dejará la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ayude a revertir el déficit en que está incurriendo.
Ese peligro va ser latente durante la primera mitad del próximo sexenio y, si no se resuelve, el tipo de cambio o precio del dólar se va a encarecer, la inflación volverá repuntar, las tasas de interés tendrán nuevas alzas y todo eso recortará las posibilidades y el potencial de crecimiento de la economía mexicana. En resumen, ahora no hay un riesgo porque hay una deuda y entrada de divisas que respaldan la emisión de billetes.
Pero el tema es que esa deuda llegue a tal nivel que afecte la economía a futuro y provoque un impacto fuerte en las familias, empresas y en la economía en su conjunto. Si la deuda y el crecimiento económico no dan para cubrir la deuda externa, que hoy respalda la impresión de billetes, ahí estallarán los problemas.
4. ¿Qué clase de problemas y de qué tamaño?
– Las calificadoras estarán sobre nosotros, sobre el país, para ver si cuenta con los recursos y las reservas para hacer frente a sus compromisos; pero si las calificadoras ponen a México una nota crediticia no tan positiva o de alto riesgo, viene una desbandada o salida grave de capitales, vienen problemas de inflación, del tipo de cambio y de tasas de interés, donde la economía sí puede tener un colapso.
