El pasado 8 de septiembre del 2022 falleció la reina Isabel II quien fue la monarca durante 70 años del Reino Unido y sus distintas ramas de relaciones internacionales.
Tras su deceso surgieron muchas preguntas y la más recurrente fue la herencia de la monarca, que tiene un valor multimillonario. Entre todos los bienes materiales que dejó la reina fue un bastón, mismo que intentaron vender por internet a un bajo costo.
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La Justicia británica han condenado por fraude a un joven de 26 años acusado de intentar vender por internet un supuesto bastón de la reina Isabel II, en una sentencia que implica el pago de una multa de 613 libras (más de 13 mil pesos mexicanos) y la realización de trabajos para la comunidad.
El acusado fue identificado como Dru Marshall, vecino de la localidad inglesa de Romsey, sacó a subasta en el portal eBay el falso bastón una semana después de que la monarca falleciese en septiembre de 2022. Según la descripción, Isabel II lo había utilizado en sus últimos años.
Marshall prometió destinar el dinero recaudado a la investigación contra el cáncer y llegó a recibir una puja de 540 libras (11 mil 664 pesos) antes de que la Policía descubriese el fraude.
Durante el juicio, planteó distintas versiones, desde que todo era simplemente una broma hasta que formaba parte de un experimento social, informa la cadena británica BBC.
La fiscal Julie Macey ha lamentado que Marshall utilizase la muerte de Isabel II para intentar “timar” a otras personas con una “falsa subasta caritativa”, movido “por la avaricia y un deseo de atraer la atención”.
¿Dónde quedaron las pertenencias de la reina Isabel II?
Tras la muerte de Isabel II, las pertenencias físicas y el patrimonio del que era dueña pasaron a ser del dominio total de su hijo, el actual rey Carlos III.
De acuerdo con la estimación de la revista Forbes, la herencia que tiene ahora en sus manos el hijo de la reina Isabel se reparte en joyas, propiedades, obras de arte, inversiones, bienes inmuebles y 32 mil cisnes. Todos valorados en 500 millones de euros.
Entre los inmuebles están el Palacio de Bukingham, el Palacio de Kensington, terrenos y propiedades en todo Reino Unido, como la calle londinense Regent Street o el hipódromo de Ascot. Propiedades públicas que se encuentran protegidas por el Estado y que no podrían ser vendidas.
