El Sistema de Transporte Colectivo (STC) anunció que a partir del lunes 29 de enero, se pondrá a la venta el último boleto físico o magnético en el Metro de la Ciudad de México (CDMX) y la revelación de la imagen de este cartoncillo ha generado gran interés, ya que evoca la nostalgia de una historia que se remonta a los primeros años de operación del sistema de transporte.
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Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX, fue el encargado de mostrar el cartoncillo gigante con la imagen, la cual rememora el tiraje que se difundió por primera vez en 1969, marcando así el inicio de una nueva etapa en la forma de acceso al Metro aquí te mostramos cómo será:
La historia del boleto del Metro
Durante sus primeros años de funcionamiento, de 1969 a 1986, el Metro vendió planillas que contenían cinco boletos, cada uno con un color distinto al boleto unitario para diferenciar sus costos.
Posteriormente, de 1986 a 1995, se introdujo el ‘Abono de transporte’, un boleto especial único que permitía acceso ilimitado por un precio fijo.
En 1996 se volvió a vender el ‘Abono de transporte’ y de 1996 a 1998, se retomaron las planillas que contenían 25 boletos cada una. Durante el período de 2002 a 2010, el precio unitario del boleto al público se mantuvo en 2 pesos.
¿Cómo llegaron las tarjetas?
En 2006, se lanzaron las Tarjetas Recargables, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de ingresar a 175 estaciones mediante un sistema de prepago.
A lo largo de los años, se introdujeron diferentes modalidades de tarjetas, adaptándose a las necesidades y preferencias de los usuarios.En 2013, el costo del boleto magnético o físico se ajustó a cinco pesos, equiparando su precio al boleto digital en la tarjeta MI.
A lo largo de más de una década, estas tarjetas han sido una parte integral del sistema de transporte público en la Ciudad de México, ofreciendo una forma conveniente y moderna de acceder al servicio.
Con la transición completa hacia el boleto electrónico, el último boleto físico del Metro de la CDMX marca el cierre de un capítulo en la historia del transporte público, dejando atrás una tradición de décadas para dar paso a una nueva era digital.