Cada año la Ciudad de México se hunde en promedio 2.8 centímetros a causa del suelo lacustre y la sobreexplotación de los mantos acuíferos que, según especialistas, es hasta cuatro veces mayor que la recarga. Dicha problemática, conocida como subsidencia, es solo la punta del iceberg de una serie de consecuencias –como la vulnerabilidad sísmica– que se pueden acentuar con la crisis que atraviesa el Sistema Cutzamala.
Para contrarrestar la crisis hídrica en la capital se necesita inversión y cambiar la perspectiva en la manera de suministrar el agua. “Restaurar mantos freáticos es posible, el asunto es que lleva mucho tiempo y necesitas políticas integrales que coadyuden a que modificar la gestión del agua en términos de extracción”, explicó a Publimetro Jorge Escandón, doctor en Cambio Climático, Sustentabilidad y Políticas Públicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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La sequía por la que atraviesa el Cutzamala –sistema que abastece de agua al 25% de la CDMX– prendió las alarmas de gobierno y ciudadanos por las afectaciones en el suministro que se vivirán durante la temporada de estiaje en 2024. Sin embargo, ante la ausencia de este Sistema, la mayor carga para el suministro la tendrá la extracción del agua subterránea, que actualmente padece de sobreexplotación.
“Es una llamada de atención para que dejemos sistemas obsoletos. Lo idóneo sería que nosotros dejemos de exportar el agua con condiciones insalubres a otras cuencas, que las tratemos aquí y las reinsertemos en los mantos acuíferos que en los límites políticos administrativos de la Ciudad de México”.
— Jorge Escandón.
En noviembre de 2023, el gobierno capitalino y el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Arturo Martínez Santoyo, alertaron sobre que los bajos niveles de agua en el Cutzamala se deben a las condiciones climatológicas extremas que mermaron los niveles de agua en las presas que lo abastecen: Valle de Bravo, El Bosque y Villa Victoria.
Desde entonces el tema ha sido foco de las preocupaciones ciudadanas, mediáticas y políticas por el suministro de agua, que ya manifestó casos de falta de agua en varias alcaldías de la CDMX y en algunos municipios del Estado de México.
No obstante, las autoridades locales sostienen que no existe la emergencia hídrica, “está garantizado el servicio de agua potable y el abasto de agua potable en el corto, mediano y largo plazo”, indicó el pasado 20 de febrero Martí Batres, jefe de Gobierno de la capital, cuando afirmó que es “la oposición conservadora trae una fuerte sequía de votos y por eso trae este discurso”.
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Escandón considera que la sobreexplotación de los acuíferos –de los que proviene el 60% del agua que se consume en la capital– remarcará las consecuencias de la mala gestión hídrica del último siglo como los hundimientos y las fugas de agua en las que se desperdicia cerca del 40% del vital líquido; además de los riesgos sísmicos que ya se viven en la capital.
El también colaborador en la dirección de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), detalló que problemáticas como la que se atraviesa en el Cutzamala –cuyos niveles más bajos de su historia se alcanzarán en junio de este año– se deben a la obsolescencia de los modelos extrativistas, por lo que recalcó la importancia de cuidar y proteger el suelo de conservación en la CDMX.
“Hasta que no modifiquemos eso no podemos ver tal cual una restauración de los mantos acuíferos, porque nosotros tenemos cerca de 50 años –casi 60– donde ya empezamos a importar agua de otras cuencas, entonces si tú le sumas que básicamente has tenido una lógica extractiva de más de 100 años, pues en este momento se reflejan en el abatimiento de los mantos freáticos”.
— Jorge Escandón
La importancia del suelo de conservación
En la CDMX el suelo de conservación representa el 59% de su territorio (88 mil 400 hectáreas) y alberga el 2% de la biodiversidad mundial y el 12% de la megabiodiversidad nacional. Se sitúa principalmente en zonas montañosas y rurales principalmente de las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac, Tlalpan, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
De este territorio depende el abasto del 60% del agua en la CDMX. Sin embargo, los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México estamos inmersos en un círculo vicioso en el que el crecimiento de la mancha urbana impide la recarga de los mantos acuíferos.
Algunas estimaciones de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) señalan que por cada hectárea que se urbaniza en la capital, la recarga de agua se ve reducida en 2.5 millones de litros por año. El crecimiento de las zona metropolitana a lo largo de las décadas –y la demanda de agua que esto conlleva– han favorecido a que el agua que se extrae sea hasta cuatro veces mayor, lo que favorece a la subsidencia, provoca fugas y aumenta los riesgos sísmicos.
“En términos de riesgos sísmico es mucho más vulnerable que otras ciudades que no están asentadas en en terrenos lacustres. Ese es un detalle importante, lo otro es que también tienes procesos de hundimiento de la ciudad que no solo generan fracturas en las tuberías, sino que genera fugas en las que se pierde cerca del 40% del agua”.
— Jorge Escandón.
En octubre de 2023, académicos de la UNAM como la especialista en el monitoreo de sistemas socioambientales, Marisa Mazari Hiriart, advirtieron sobre cómo estos hundimientos estaban aumentando los riesgos sísmicos en las zonas lacustres de la capital, que ante los sismos se convierten en “una gran gelatina”.
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De acuerdo con la Corenadr, desde 2019 el gobierno local asigna mil 100 millones de pesos para el cuidado y restauración del suelo de conservación, lo que según las autoridades, ha frenado el crecimiento de la zona urbana en un 41%.
A considerar
- Se estima que la demanda de agua en la Zona Metropolitana de la CDMX crecerá un 28% para el 2030, lo que generaría un déficit de entre 23 y 46 metros cúbicos por segundo. Para dicha fecha también se proyecta una reducción en disponibilidad del agua de entre 10 y17% por el cambio climático.
- Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac y Venustiano Carranza son las alcaldías más afectadas por la subsidencia.
- Actualmente los acuíferos de la CDMX están en condiciones de proveer 73 litros por persona día. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud estima que se requieren cerca de 100 litros de agua al día para que una persona pueda satisfacer sus necesidades de consumo e higiene.