Tomar un año sabático puede ser un opción viable se requieres reorganizar tus ideas, recuperar la creatividad, especializarte, dedicar tiempo a lo que más te gusta y, por qué no, a definir cuáles serán los siguientes pasos en tu vida.
Las definiciones más populares indican que un año sabático consiste en el retiro de las labores profesionales, con todos tus derechos y prestaciones laborales; aunque para muchos también representa la posibilidad de acercarse a la profesionalización y adquisición de nuevas habilidades, conocimientos y estrategias de vida o negocios.
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La firma especializada en software de recursos humanos Sesame HR explicó que, en un entorno social que valora la productividad, y hasta la adicción al trabajo, la idea de tomarse un break es un lujo y no siempre es prioridad.
Apuntó que, contrario a la creencia de que detenerte y tomar un largo respiro te pondrá en desventaja, un año sabático podría convertirse en una oportunidad para empezar de nuevo, poner las cosas en perspectiva y decidir si lo que haces es lo que quieres hacer para siempre.
¿Cómo sé que necesito un año sabático?
Sesame explicó que la necesidad de una año sabático tiene varias aristas, pero –en general– cuenta cinco síntomas frecuentes:
- Estrés y presión constantes
- Pérdida de potencial creativo
- Falta de concentración
- Insatisfacción y desmotivación total de tus actividades
- Baja de productividad laboral
La firma explicó que dichos síntomas sugieren que “necesitas un descanso más prolongado y sistemático que un fin de semana; y aunque la idea puede sonar loca, un gap year o año sabático podría traerte muchos beneficios.
“Un año sabático sucede con mayor frecuencia entre estudiantes y profesores, aunque cada vez son más los trabajadores que eligen pasar unos meses de viaje o, simplemente, relajarse y enfocarse en cosas que los apasionen.
“Incluso es posible tomar ese año a través de un acuerdo previo con la empresa donde laboras: compañías maduras que saben que un colaborador relajado es un colaborador motivado y mucho más productivo”.
— Sesame HR
¿Qué beneficios trae un año sabático?
- Aprender y practicar nuevas habilidades: idiomas, diplomados, conocimientos teóricos o técnicos, habilidades sociales y nuevas formas de comunicarte.
- Descubrir otras culturas, en especial si viajarás.
- Contribuir con la sociedad, si decides sumarte a un programa de voluntariado.
- Descubrir nuevas posibilidades de trabajo, formas de vida o ideas en las que no habías pensado.
- Reducir los daños del burnout o síndrome del trabajador quemado, incrementando tu creatividad y concentración.
¿Qué necesito para tomar un año sabático?
Sesame HR explicó que, para obtener los verdaderos beneficios que ofrece un año sabático, es necesario una planificación cuidadosa, expectativas realistas y mucha flexibilidad.
Para lograr tales objetivos, la empresa recomienda cinco pasos estratégicos:
1. Trazar el rumbo y definir el “por qué”
Antes de lanzarse a la logística o emprender un viaje de introspección, responde qué anhelas o por qué requieres un año sabático: crecimiento personal, un nuevo camino profesional o simplemente un descanso de la rutina diaria.
“Identificar tu ‘por qué’ guiará tu ‘qué’ y, así podrás definir las mejores actividades, objetivos y experiencias. Piensa: ¿Harás voluntariado en un pueblo remoto, te embarcarás en una expedición de mochilero o harás prácticas en la empresa que siempre has querido?”
2. Presupuesto inteligente
Calcula tus gastos estimados para tu año sabático, teniendo en cuenta los viajes, alojamiento, comida y cualquier actividad específica que tengas planeada. Explora opciones como el ahorro, trabajo temporal, becas o el crowdfunding para cubrir el financiamiento necesario.
Si te interesa viajar o cambiarte de residencia, debes pregúntate: ¿qué pasará con lo que tienes ahora? tu casa, tu trabajo, tus mascotas. ¿Qué papeles necesitas? Podrías requerir desde una visa especial, hasta ciertas vacunas para poder entrar a algunos países.
“Sé realista sobre lo que puedes permitirte y adapta tus planes en consecuencia. Recuerda que unas finanzas responsables garantizan una aventura sin estrés”.
3. Asegura tu plataforma de lanzamiento
Habla de tus planes para el año sabático con las personas pertinentes, con suficiente antelación. Si estás estudiando, negocia las condiciones del permiso con tu institución académica.
En el caso de los trabajadores asalariados, te sugerimos hablar del tema con tu empresa y negociar opciones como permisos sin goce de sueldo, reducción de jornada o una transición gradual hacia las actividades que planeaste. “Sé claro, profesional y define el valor que tu experiencia sabática aportará a tu regreso a la empresa”.
4. Elabora una hoja de ruta
Haz un itinerario en el que describas los destinos, actividades y oportunidades de aprendizaje que deseas. Recuerda ser permisivo y deja espacio para aventuras espontáneas y descubrimientos inesperados. Incluye en tu agenda talleres o cursos de idiomas para enriquecer tu experiencia. “Recuerda que tu año sabático es tu propio viaje, así que diséñalo en consecuencia”.
5. Construye tu sistema de apoyo
Comparte tus planes con tus seres queridos y busca su apoyo. Informa a las instituciones pertinentes como bancos, aseguradoras y empresas de servicios públicos de tu ausencia temporal.
“Crear una red de apoyo puede aliviar los obstáculos logísticos. Ten en cuenta que un sistema de apoyo sólido puede ser tu ancla en los momentos difíciles”.
6. Empaca ligero y prioriza el bienestar
Evita sobrecargar tu itinerario. Un año sabático no consiste en atiborrarse de experiencias. Programa tiempo para el descanso, la reflexión y el crecimiento personal. Lleva poco equipaje, tanto físico como mental.
“Concéntrate en las experiencias más que en las posesiones materiales. Adopta prácticas como la meditación o la escritura de un diario, así como de documentar a través de fotos o vídeos. Tus experiencias se convertirán en historias entrañables que podrás compartir”.
7. Inversión en ti mismo
Con la preparación adecuada y una mente abierta puedes embarcarte en un viaje transformador que dará nuevos bríos a tu futuro y alimentará tus pasiones. Será un año para explorar, crecer y descubrir.
“No tengas miedo de ajustar tus planes sobre la marcha. Acepta lo inesperado, aprende de los tropiezos y, lo más importante, saborea la libertad y el crecimiento que tendrás. Ahora, ¡sal a explorar!”