Hoy, 2 de marzo de 2024, se cumplen 18 años de uno de los casos más polémicos y estremecedores en la historia de Monterrey, Nuevo León. En 2006, la ciudad fue testigo de la tragedia que envolvió a Erika Peña Coss y Diego Santoy, dos jóvenes cuyos nombres quedaron grabados en la memoria colectiva debido a un suceso que dejó marcada a la sociedad regiomontana.
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En ese fatídico día, los hermanos Erik Azur y María Fernanda Peña Coss perdieron la vida de manera espeluznante en su propia casa ubicada en la colonia Cumbres. Erika Peña Coss, hermana mayor de las víctimas y novia en ese momento de Diego Santoy, acusó a este último de cometer el asesinato a sangre fría, generando una conmoción que se extendió por toda la ciudad y más allá.
A pesar de que Diego Santoy fue encarcelado por el crimen, el caso Cumbres sigue siendo un misterio sin resolver, una sombra que persiste en la memoria de los habitantes de Monterrey y de todos los mexicanos. La historia de Erika Peña Coss y Diego Santoy ha quedado marcada por este oscuro recuerdo, y el paso de los años no ha logrado desvanecer la intriga y el impacto que dejó en la sociedad.
Este trágico suceso no solo marcó la vida de los involucrados, sino que también dejó una cicatriz en la percepción de seguridad y tranquilidad en Monterrey. A 18 años del caso Cumbres, recordamos a Erik Azur y María Fernanda Peña Coss, dos niños inocentes cuyas vidas fueron truncadas en un acontecimiento que sigue siendo un enigma sin resolver y que perdura en la memoria de todos los mexicanos.