Un dolor en el cuerpo suele “ser normal” para muchos mexicanos, quienes se caracterizan, en su mayoría, por evitar asistir al doctor cuando se les presenta una molestia. Sin embargo, hay dolores que duran al paso del tiempo y ahí es cuando al acudir con el médico les genera más miedo.
Entre las molestias más comunes que existen están el dolor en el abdomen, una señal que los mexicanos dejan pasar sin saber que se podría tratar de pancreatitis, una enfermedad que debes atender al mínimo síntoma.
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La pancreatitis es una inflamación del páncreas, la glándula que se encuentra entre el estómago y la columna encargada de producir los jugos gástricos pero es más conocida por liberar insulina, hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre.
“Esta irritación o inflamación puede producirse cuando algo molesta o hace daño al páncreas, como el exceso de alcohol, los cálculos biliares, los quistes o ciertos medicamentos”, explica la doctora Shilpa Dang, gastroenteróloga de Nueva York, Estados Unidos.
¿Cuáles son los síntomas?
De acuerdo con la doctora Dang, existen dos tipos de pancreatitis. Por un lado, las molestias pueden aparecer repentinamente y si se mantienen durante unos días su causa principal son los cálculos biliares.
En caso de que sea recurrente y dure algunos años, en el mundo médico esto se conoce como un cuadro crónico que, por lo general, sería provocado por el consumo de alcohol asociado también a la cirrosis.
El dolor que se considera leve y se localiza por debajo del abdomen es una sutil pero clara señal de que hay daño en el páncreas.
La molestia se suele confundir con una indigestión aunque los síntomas varían entre cada persona. Por es importante acudir al doctor para una correcta evaluación pues las náuseas y vómitos suelen delatar que el problema se agrava.
Otras de las características de una posible pancreatitis son:
- Fiebre
- Náuseas y vómito
- Latido rápido del corazón
- Inflamación o sensibilidad del abdomen
En caso de que ésta avance, los síntomas graves incluyen diarrea, náuseas, heces grasosas y malolientes, vómito y adelgazamiento. La recomendación de los doctores es acudir con ellos en cuanto perciban un dolor por muy leve que sea y no automedicarse.
