Yanqui Rothan Gómez Peralta, de 23 años, era un estudiante de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en Guerrero, dedicado a formarse como docente de nivel básico. Originario de Tixtla, Gómez Peralta estaba profundamente comprometido con su desarrollo académico y con contribuir al progreso educativo de su comunidad.
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Era miembro activo del Club Guadalupano de Tixtla, una organización dedicada a la realización de peregrinaciones religiosas, incluidas las carreras Guadalupanas hacia la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México. Estas actividades reflejan su profunda devoción religiosa y su participación en la vida comunitaria y cultural de su región.
Gómez Peralta también demostraba un fuerte interés por la naturaleza y los deportes al aire libre, incluyendo la monta a caballo y la escalada. En sus redes sociales, compartía imágenes y expresiones que reflejaban su amor por las tradiciones culturales de Guerrero, como la danza de los tlacololeros, y su pasión por la vida al aire libre.
Abatido por la policía de Guerrero
El 7 de marzo, Gómez Peralta fue abatido por elementos de la Policía Estatal en un retén cerca de Chilpancingo, mientras se trasladaba en un vehículo con otros estudiantes hacia Tixtla. La intervención policial, según reportes, fue motivada por la investigación de un vehículo reportado como robado. Este trágico evento culminó con su fallecimiento debido a las heridas de bala en el Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón”.
Su muerte ha generado una profunda consternación y demandas de justicia por parte de la comunidad estudiantil de Ayotzinapa, activistas y organizaciones de derechos humanos. La circunstancia de su fallecimiento remite al caso aún sin resolver de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014, subrayando la persistente crisis de violencia y la impunidad en el estado de Guerrero.
Gómez Peralta, conocido afectuosamente como “Kothan” entre sus amigos y familiares, es recordado como un individuo comprometido, lleno de aspiraciones y dedicado a sus raíces culturales y educativas. Su perfil académico y su activa participación en la vida cultural y religiosa de su comunidad destacan su contribución al tejido social de Guerrero y su inquebrantable deseo de mejorar las condiciones educativas de su estado.
Su amor por Ayotzinapa
“La muerte no se mete si la vida se ha vivido sabiamente”, es la frase con la que presentaba Kothan Gómez su perfil personal de Facebook. El joven que fue asesinado este jueves 7 de marzo por la Policía de Guerrero solía publicar diversos mensajes en su cuenta.
Tan solo seis días, el 2 de marzo, publicó una imagen que hacía alusión a su amor por la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, recordando cómo esta institución fue inaugurada un 2 de marzo de hace 98 años: “Nuestra gloriosa y combativa Escuela Normal Rural “Ayotzinapa”.
