En la Semana Santa los mercados ofrecen más de 100 especies de pescado y mariscos de diferente precio, tamaño o color y, aunque muchos son congelados, los consumidores prefieren que sean frescos.
Cuando salen de compras, lo primero que preguntan los clientes es el costo, ponen mucha atención en que les vendan kilos de a kilo y revisan que el puesto, tienda o establecimiento cumpla con la refrigeración del producto.
Pero, cuántos saben –en realidad– qué características debe cumplir el pescado o los mariscos para garantizar que son frescos, aptos para su consumo y sin riesgos para la salud.
Gabriel Martínez, dueño de una pescadería en el Valle de México, explicó a Publimetro que más de la mitad de los clientes eligen un pescado por su tamaño, revisan que la carne esté firme y son muy cuidadosos en que no “huela a echado a perder”
“Es muy fácil saber que el pescado o marisco se echó a perder, la carne se siente aguadita, los ojos son opacos y muchas veces hasta se les caen las escamas o se sienten como babosos cuando los agarras.
“Aquí solo vendemos producto del día y, además de cuidar la refrigeración, los clientes saben que solo traemos la mercancía que podemos vender, para no tener pescado rezagado”, explicó Gabriel Martínez.
Tips básicos para comprar pescado fresco
Para disipar dudas, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) informó que existen seis tips que debes aplicar para saber si un pescado está fresco
- Revisa que los ojos de la pieza estén brillantes, transparentes y un poco resaltados.
- Checa que el pescado presente un aspecto húmedo y una textura firme en su carne; la piel debe mantener una apariencia lisa y brillante, sin arrugas ni manchas.
- Date tiempo para olerlo. Una pieza fresca desprende un olor agradable; si emana otro tipo de aroma, significa que es poco fresco o ya está en estado de descomposición.
- Verifica que las agallas presenten un aspecto limpio, brillante y de color rojo o rosado.
- Supervisa que las escamas estén firmemente adheridas al cuerpo y unidas entre sí.
- Asegúrate de que la piza no contenga las vísceras, ya que éstas pueden estar perforadas y contaminar el producto.
¿Y si compro mariscos…?
- En el caso de los camarones, la cabeza del crustáceo debe presentar un aspecto translúcido y el resto del cuerpo no debe tener manchas oscuras, la carne debe estar firme y el caparazón tiene que ser resistente y brillante.
- Para los ostiones, mejillones y almejas frescas, la concha debe estar cerrada, pero si está abierta ligeramente ésta debe cerrarse al tocarla. El líquido que poseen tiene que ser abundante y de color claro.
- La frescura de los calamares y pulpos se nota en su carne firme y un color entre blanco nacarado y blanco rosado, además de que tienen que presentar un ligero brillo.