Marco Antonio Alvear Sánchez, quien fue asesinado en un ataque armado 21 de marzo de 2024, es un personaje que dejó huella en el ámbito de la transparencia y el acceso a la información pública en México, específicamente en el estado de Morelos.
Su asesinato conmocionó a la opinión pública, principalmente por el nivel de violencia, pues su vehículo, un Mini Cooper, recibió al menos dos decenas de balazos en el centro de Cuernavaca, hecho por el que incluso el gobernador del estado, Cuauhtémoc Blanco, lamentó el asesinato.
¿Quién era Marco Antonio Alvear?
Su carrera y acciones generaron en vida opiniones encontradas, reflejando una mezcla de respeto por su preparación académica y críticas por su estilo personal y de gestión.
Alvear Sánchez fue conocido por su rol como comisionado presidente del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE), un cargo que asumió en medio de circunstancias políticas y legales complejas.
Su llegada al IMIPE se produjo tras una larga batalla legal que culminó con la reinstalación de él y otro comisionado por orden judicial, después de que la legislatura local intentara removerlos.
A nivel académico, Alvear Sánchez estaba altamente calificado. Era maestro en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con especialización en Derecho Constitucional, e impartió clases en programas de posgrado de prestigio. Sin embargo, su formación no incluye especialidades en Derecho a la Información, lo cual no impidió que ocupara un cargo clave en este ámbito.
— INAI (@INAImexico) March 21, 2024
En el centro de la polémica
Su estilo de gestión y personalidad fueron motivo de discusión. Se le criticó, por ejemplo, por su falta de tacto y modestia en el trato con otros, aspectos que se pusieron de manifiesto en una reunión con el personal del IMIPE, donde su comportamiento fue visto como déspota y poco respetuoso. Este incidente dejó una impresión negativa entre sus colegas y subrayó las preocupaciones sobre su capacidad para liderar el instituto de una manera inclusiva y respetuosa.
Aunque Alvear Sánchez expresó su compromiso con la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas, sus críticos señalaban que su enfoque podría estar más motivado por intereses políticos que por un verdadero compromiso con estos valores.
El nombramiento de Alvear Sánchez y su compañero, tras una reforma constitucional que aumentó el número de comisionados en el IMIPE de tres a cinco, fue polémico desde el inicio. Su reinstalación, después de ser removidos por una nueva legislatura y una subsiguiente batalla legal, marcó un capítulo tenso en la política de Morelos. Este proceso reveló no solo las complejidades del sistema político y legal del estado, sino también la influencia de las conexiones políticas en la designación de cargos importantes dentro del ámbito de la transparencia.