El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) afirmó que no está en venta un predio de 24 mil metros cuadrados cercano a la zona arqueológica de Tula, Hidalgo, pese a que la barda perimetral afirma que se cuneta con aprobación del INAH para su venta o renta.
En una publicación hecha en su perfil de X, se destacó que Tula, Teotihuacan y Tenochtitlan fueron algunos de los grandes centros urbanos del Altiplano Central de Mesoamérica, lo que se comprueba con los vestigios arqueológicos que dan testimonio del esplendor de esos pueblos prehispánicos.
“Por la cual es de suma importancia que, con el objetivo de salvaguardar el patrimonio arqueológico, antes de realizar alguna actividad en los terrenos ubicados en la periferia de la zona arqueológica de Tula, se de aviso al INAH para que, como institución normativa, realice lo conducente como lo marcan las leyes existentes en materia de patrimonio cultural”.
Dicho aviso del dueño del predio, ubicado sobre el Boulevard Tula-Iturbe e identificado como “Inmovi”, no se ha realizado, por lo que no se puede comercializar.
El 23 de diciembre pasado, en la zona arqueológica de Huapalcalco, ubicada en Tulancingo, también en Hidalgo, se realizaron pintas en varios de los vestigios nombrados como Montículo VI y el monolito ubicado en la plazoleta, este hecho fue considerado como un “atentado al patrimonio cultural hidalguense”.
“Estos actos han causado daño y conllevan al detrimento de la memoria ancestral de los pueblos originarios, vandalizan la riqueza cultural que se atesora en las comunidades de Huapalcalco, de Tulancingo, de Hidalgo tras la declaratoria de esta zona”, afirmó el INAH.
La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos establece, en el artículo 52 que la persona que dañe un monumento arqueológico, artístico o histórico, enfrentaría una pena de prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño causado.