A tres días del secuestro y asesinato de Camila, su madre, Margarita Ortega, decidió responder a las acusaciones de Doroteo Vázquez, secretario de Seguridad de Taxco, quien insinuó que había una “responsabilidad maternal” en lo sucedido con la pequeña de 8 años.
“No es mi culpa, yo siempre he cuidado a mi hija… confié en las personas equivocadas porque me dieron otra cara”.
Anteriormente, Vázquez había afirmado que existía además una “omisión” en el caso, argumentando que los padres deberían vigilar, orientar y guiar a sus hijos para evitar situaciones peligrosas.
En tanto, Margarita aseguró que no era la primera vez que su hija iba a jugar con la hija de Ana Rosa Díaz Aguilar, y que Camila tenía un gran afecto tanto por la niña como por su madre.
“La niña incluso también iba a mi casa. El único pecado de mi niña fue haber querido demasiado a esa niña y a la mamá, porque hasta a la mamá la quería mucho”, expresó la afligida mujer.
¿Ana Rosa merecía ser linchada?
Respecto al linchamiento público de Ana Rosa Díaz Aguilar, la madre de Camila lamentó el acto de violencia e indicó que era algo que estaba fuera de sus manos.
Asimismo, admitió sentir deseos de que la responsable de la muerte de su hija sufriera en la cárcel y que muriera linchada no era lo que verdaderamente quería.
“No era lo que yo quería, yo la quería viva para que sufra el mismo tiempo que yo voy a sufrir, pero ella pudriéndose en la cárcel por lo que le hizo a una niña, que lo único que hacía era querer a su hija”.
Finalmente, Margarita Ortega expresó su más profundo deseo de que ninguna niña tenga que enfrentar el mismo destino que su pequeña hija; hizo un llamado a la sociedad para que ningún otro niño o niña sea víctima de la violencia despiadada que acabó con la vida de Camila.
“Ninguna niña merece eso, ninguna niña merece que le corten sus sueños, ninguna familia merece que la destruyan como destruyeron la mía, porque mataron a mi niña, pero también mataron parte de mi… ninguna mamá merece pasar por este dolor y no se lo deseo a nadie”.