En medio de la tensión diplomática entre Ecuador y México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a abordar el tema en su conferencia matutina desde Palacio Nacional el viernes 5 de abril.
Tras la reciente declaración de ‘persona non grata’ de Raquel Serur Smeke, embajadora mexicana en Quito, y la posterior orden de expulsión por parte del gobierno ecuatoriano, el mandatario mexicano se refirió nuevamente al asunto que desencadenó esta medida.
En su característico estilo directo, López Obrador explicó que su intención al mencionar el caso ecuatoriano durante una de sus intervenciones previas fue simplemente ejemplificar un fenómeno de la política internacional, sin intención de injerencia en los asuntos internos de Ecuador.
Por lo que nuevamente el presidente mencionó el trágico asesinato del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio, comparándolo con situaciones similares en la historia política mexicana, como el asesinato de la candidata a la alcaldía de Celaya, Guanajuato, Gisela Gaytán, y principalmente del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994.
López Obrador hizo hincapié en el ambiente de miedo y desconfianza que rodeó el proceso electoral en ambos eventos de Ecuador y México, sugiriendo que estos incidentes pueden influir en el curso de las elecciones que se realizarán próximamente en nuesto país.
Asimismo, el presidente reafirmó que México no suspenderá el programa de apoyo para migrantes ecuatorianos, a pesar del malentendido diplomático, y subrayó la importancia de mantener una buena relación bilateral entre ambos países.
En cuanto a las relaciones diplomáticas, López Obrador señaló que aunque percibe una actitud hostil por parte de Ecuador, México no buscará un conflicto, reiterando su disposición al diálogo y la cooperación.
“Y tenian ellos -por lo que estoy sintiendo-, ganas de pelearse con nosotros, pero para pelear se necesitan dos”, declaró Andrés Manuel durante la mañanera.
Estas declaraciones del presidente mexicano podrían contribuir a la distensión de las tensiones entre ambos países, aunque queda por verse cómo reaccionará el gobierno ecuatoriano ante esta última intervención del presidente de México López Obrador.