El caso de Claudia Andrea, hermana de Ángel, ha resurgido con una serie de revelaciones inquietantes, pues en una entrevista con la periodista Azucena Uresti, el joven expuso una serie de detalles perturbadores que rodean la desaparición y muerte de la mujer, quien podría haber sido una víctima del feminicida serial conocido como “El Dahmer mexicano”, identificado como Miguel N.
Según Ángel, su hermana Claudia Andrea fue vista por última vez en diciembre de 2019, desatando una serie de eventos desconcertantes.
Reveló que Claudia Andrea había conocido a Miguel N hace años, cuando ambos trabajaban como químicos farmacobiólogos en un laboratorio. Sin embargo, perdieron contacto y se reencontraron años después en el Hospital Ángeles Interlomas, donde ambos trabajaban juntos nuevamente.
Ángel afirma que su hermana estaba saliendo con el feminicida serial sin saberlo.
Claudia Andrea residía en la alcaldía Azcapotzalco con su madre, su hija y una roomie. Ángel relató que, tras regresar de unas vacaciones en Morelos el 27 de diciembre, su hermana llamó a su madre para decirle que se sentía mal. Sin embargo, después ya no contestaba el teléfono, aunque estaba en línea en WhatsApp. Esta situación alarmó a la familia.
La preocupación creció cuando, al día siguiente, descubrieron que la puerta del departamento de Claudia Andrea no tenía llave.
Al entrar, encontraron todo limpio, excepto su habitación, que emitía un olor desagradable y estaba cubierta de toallas alrededor de la puerta. Dentro, hallaron a Claudia Andrea muerta en la cama, con sus pertenencias fuera de lugar, lo que llamó la atención de Ángel, ya que describió a su hermana como una persona muy ordenada.
A pesar de la insistencia de Ángel de que su hermana fue víctima de feminicidio, los peritos dictaminaron que murió por causas naturales. Sin embargo, él no se dio por vencido.
Alega que su hermana no tenía su teléfono ni su identificación, y que tras su muerte se realizaron retiros de dinero y pagos desde su tarjeta, por lo que teme que Claudia Andrea sea una de las múltiples víctimas de Miguel N.
Ángel asegura que cuando fue a reclamar a las autoridades lo amenazaron con un arma de fuego. A cinco años de su muerte, Ángel clama por justicia y exige a las autoridades que investiguen a fondo.
Sospecha que algunas de las pertenencias de su hermana podrían estar en el departamento del feminicida serial de Iztacalco. Las amenazas de las autoridades no lo han disuadido de su búsqueda de la verdad y la justicia para Claudia Andrea y todas las posibles víctimas de este monstruo.
