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El Patio queda reducido a escombros tras época de glamour de 50 años

El centro nocturno fue escenario para personalidades nacionales e internacionales que deleitaron al público por más de medio siglo

Historia de El Patio, centro nocturno que se derrumbó en CDMX
Elementos de la Policía, protección civil y bomberos resguardan las calle Atenas y Abraham González a un costado de Gobernación ante el derrumbe del ex centro de espectáculos El EPatio FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Lo que antes fuera el emblemático centro nocturno “El Patio” en la calle Atenas de la colonia Juárez, quedó reducido a un montaña de escombros la tarde de este 3 de junio, cuando la estructura que estaba en proceso de demolición colapsó sin causar lesiones a ninguna persona, solo hubo daños materiales a algunos vehículos estacionados frente a las ruinas.

Además del abandono que sufrió el inmueble desde 1994, cuando se ofreció el último espectáculo en sus instalaciones, a cargo de la cantante Lupita D’Alessio, en abril de 2022 un incendio afectó al edificio.

La historia del edificio de remonta a los finales del siglo XIX, ya que antes de convertirse en el popular centro nocturno, ya que en el área comprendida entre las calles Atenas y Versalles el empresario italiano Sebastián Pane inauguró un balneario que comenzó a conocerse con la “alberca Pane” en 1872.

Entre sus múltiples usos, destacaba una escuela de natación; sin embargo, este recinto desapareció en 1912.

El lugar también contaba con baños de vapor, baño turco o hammam (variante de baño de vapor), sauna, regaderas, terapias curativas, salas de masaje, gimnasio, escuela de natación, peluquerías y cantina, todo ello ambientado con una orquesta en vivo.

Fue hasta el 12 de octubre de 1938 cuando “El Patio” abrió sus puertas a cargo de Vicente Miranda y Concepción Vélez.

Para difundir todo lo vivido en “El Patio”, en septiembre de 2021 se presentó el libro “El Patio”, crónica de un espectáculo de Enrique Vélez, quien a partir de las anécdotas que le contó su padre Mario Vélez Martínez sobre el recinto comenzó con la recopilación de testimonio sobre las personalidades que pisaron su escenario, lo que empezó como un hobbie, terminó en una presentación editorial.

“Hay que morir para vivir por siempre. Esa es la única forma de perpetuar los sueños que con trabajo duro se han resguardado en los preciado baúles de un país en vías de progreso; aún se conservan las memorias más entrañables de una época marcada por el glamour y la fantasía”, destacó la editora Denise Sánchez.

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