Alberto se degradó a baja presión remanente la tarde del jueves, dejando un rastro de lluvias en 29 estados del país. Estas precipitaciones fueron recibidas con la esperanza de poner fin a la prolongada sequía que ha afectado al territorio nacional.
Dicho fenómeno meteorológico tocó tierra a las 4:30 horas en Ciudad Madero, Tamaulipas, y para la noche ya se dispersaba por los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes.
De acuerdo con los primeros informes, el estado más beneficiado respecto a la cantidad de agua fue Nuevo León, donde se registraron más de 300 milímetros de lluvia, superando el pronóstico inicial de 200 a 250 milímetros de precipitación.
Sin embargo, las intensas lluvias dejaron un saldo de evacuaciones, cierre de vialidades, suspensión total de actividades en la zona metropolitana y, desafortunadamente, cuatro defunciones.
Beneficios de Alberto
En ese sentido, la Comisión Nacional del Agua reportó que en los municipios de Santa Catarina, Santiago y Monterrey cayeron entre 300 y 372 milímetros de lluvia. En San Pedro Garza García y San Nicolás de los Garza, se registraron precipitaciones de 200 a 274 milímetros, mientras que en El Carmen y Montemorelos se contaron de 100 a 182 milímetros.
Por otro lado, el río Santa Catarina alcanzó casi el 80% de su capacidad, desbordándose en varios puntos del municipio de Monterrey, lo que a vez provocó inundaciones en diversas zonas del Área Metropolitana, especialmente en municipios del sur y el oriente.
En cuanto a la presa Rodrigo Gómez, también conocida como La Boca, alcanzó el 93.2% de su capacidad, obligando a la apertura parcial de sus compuertas para evitar riesgos a la población cercana. Mientras que la presa El Cuchillo llegó al 31.9% de su capacidad máxima, mientras que Cerro Prieto alcanzó el 12.2%. El único cauce que alcanzó el 100% de su capacidad fue el río La Silla, en Monterrey y Guadalupe.
En lo que respecta a Tamaulipas, particularmente en Ciudad Madero, Tampico y Altamira, las precipitaciones, que oscilaron entre 150 y 200 milímetros, fueron suficientes para alimentar arroyos y ríos, provocando optimismo en la región.
