De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, se presentaron dos sismos a las 11:15 horas de este domingo 23 de junio. El primer temblor fue de magnitud 4.0 y el segundo 5.2, tuvieron como epicentro el suroeste de San Marcos, en Guerrero; sin embargo, las alarmas sísmicas no sonaron, por lo que no pudieron alertar a los capitalinos.
En la Ciudad de México, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) se activa en tres casos: cuando la magnitud del sismo es mayor a 5 grados y ocurre a no más de 170 kilómetros; cuando la magnitud es de 6 grados y el epicentro se encuentra a más de 350 kilómetros de la capital, y finalmente cuando la magnitud supera los 5.5 grados y su epicentro se ubica a menos de 350 kilómetros.
Dr acuerdo con el Sistema de Alerta Sísmica de México de la Ciudad de México “un sismo No amerita aviso de alerta cuando ocurre lejos de la zona de cobertura de detección del SASMEX®, está muy lejos de la ciudad a alertar o cuando las estimaciones de la energía del sismo no rebasan los niveles establecidos”.
Energía del temblor
Las alertas sísmicas también suenan cuando los sensores del sistema detectan que la energía del temblor sobrepasa los límites establecidos durante los primeros segundos del movimiento telúrico. En este sentido, la alerta puede sonar en ciertas ciudades, incluso en municipios y alcaldías, y en otros no. Todo depende de la estimación de la energía del sismo y de la distancia de su epicentro.
En México, estos son los estados y ciudades con alerta sísmica. El sistema funciona mediante sensores ubicados en diferentes áreas que monitorean las ondas sísmicas y envían una señal a los centros de control cuando detectan un sismo. Sin embargo, el sistema está diseñado para activarse principalmente cuando el epicentro está a una distancia considerable de la Ciudad de México. Existen factores técnicos y de tiempo de respuesta que influyen en la activación de la alarma sísmica.