Luego de que un comando robó más de 6 mil pasaportes a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre la detención de dos personas cuando trasladaban mil 382 libretas para pasaporte en Calpulalpan, Tlaxcala. El manejo de la información para la emisión de pasaportes es un asunto de seguridad nacional, ya que contiene información confidencial de las personas.
El pasaporte es una herramienta fundamental para la seguridad nacional al controlar el movimiento de personas a través de las fronteras y garantizar la integridad del Estado. Los pasaportes y otros documentos de viaje son un componente clave de las estrategias nacionales e internacionales contra el crimen organizado, narcotráfico y el terrorismo.
¿Para qué sirve un pasaporte?
Los pasaportes son utilizados por las autoridades fronterizas y migratorias para determinar la admisibilidad y legitimidad de quienes deseen cruzar las fronteras internacionales e ingresar al territorio de otro país. También son utilizados por el país emisor para permitir el ingreso al territorio nacional.
Este documento permite al titular solicitar una visa de ingreso a los países que la requieran, a la vez que las autoridades hacen la anotación en el pasaporte y registra las fechas de ingreso y salida. Además, el pasaporte es un documento de identidad de uso cada vez más frecuente para otros tipos de transacciones en el sector público y el privado, por ejemplo para la apertura de cuentas corrientes, como apoyo de realización de transacciones financiera o para acceder a los servicios y beneficios que ofrece el Estado.
Riesgos de un pasaporte en manos de delincuentes
En manos de criminales, los pasaportes pueden ser mal utilizados de forma organizada para financiar actividades ilícitas, facilitar la migración ilegal, el tráfico de migrantes y la trata de personas, así como el contrabando de bienes o el narcotráfico.
Un pasaporte fraudulento puede ser utilizado para el espionaje, para cometer delitos financieros, para huir y evitar así el enjuiciamiento o para facilitar otros crímenes o delitos. También puede permitirle a un terrorista o narcotraficante viajar, reclutar, trabajar en redes, movilizar, financiar y organizarse a escala internacional.
Los criminales y sus organizaciones están dispuestos a pagar cuantiosas sumas de dinero para obtener documentos de manera ilegal, así como tener acceso a información de personas que sea recolectada, procesada y almacenada como parte del proceso de emisión del documento.
En efecto, un pasaporte u otro documento de viaje puede ser la medida de seguridad que evite que los terroristas, narcotraficantes o delincuentes lleguen a su objetivo. Esto significa que la integridad del documento de viaje y su proceso de emisión pueden ser en extremo vulnerable al fraude, manipulación y de actos ilegales.
