El acrónimo LGBT+ es reconocido internacionalmente como un conjunto de siglas que reúne la diversidad sexual. Esta pequeña abreviatura incluye a lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros. Sin embargo, la primera letra, la “L” de lesbianas, tiene una historia especialmente significativa.
Este 29 de junio, día de la Marcha del Orgullo 2024 en la Ciudad de México, recordamos la lucha histórica que las comunidades con diversidad sexogénerica han realizado para la defensa de sus derechos.
La “L” del acrónimo LGBT+ en memoria de las lesbianas solidarias
El movimiento LGBT+ inició en el año 1969. En esta época se utilizaba el término “gay” para toda persona que experimentaba atracción por alguien de su mismo sexo, causando el descontento de las mujeres lesbianas.
Sin embargo, en los ochentas inició la lucha contra la epidemia del SIDA, la cual creció en un contexto en el que se desconocía la enfermedad y afectó a la población tanto heterosexual como homosexual. El VIH generó demasiados estigmas y prejuicios sociales que afectaron principalmente a la población gay, puesto que se pensaba que los integrantes de esta comunidad lo contraían.
Es en este escenario, las mujeres lesbianas intervinieron para generar solidaridad y se integraron en la lucha de la comunidad gay para proteger a los afectados por VIH. En medio de esta contienda ideológica, nacieron las “Blood Sisters”, un grupo de enfermeras que lucharon por el acceso a la salud para los hombres gays y organizaron campañas de donaciones de sangre.
Por esta gran muestra de apoyo, la comunidad gay decidió integrar a las mujeres lesbianas en una misma hermandad, reconociendo así la unión de las comunidades gays y lesbianas. Reconocieron el importante papel de las lesbianas en medio de la crisis del VIH y su lugar en la creación del término LGBT+, que surgió después en el año 1990.