El pasado fin de semana, las autoridades de Tula, en el estado de Tamaulipas, encontraron una grieta extensa en el suelo con una extensión de 6 kilómetros. Su profundidad aproximada es de unos cuatro metros, y su ancho llega a unos ocho metros en algunos puntos. Ubicada entre el ejido Vázquez Gómez y el de San Juan, a unos pocos kilómetros del inicio de la autopista Mante-Ocampo-Tula.
Enorme grieta causada por la tormenta Alberto
Un equipo de geólogos, enviados por la Secretaría de Obras Públicas, asistió al lugar donde la enorme grieta separaba la tierra y los habitantes se asomaban asombrados de su profundidad.
Los investigadores afirmaron que la grieta se apareció después de las intensas lluvias ocasionadas por la tormenta tropical Alberto. La gigantesca grieta se formó debido a los escurrimientos subterráneos causados por la tormenta.
Asimismo, se propusieron diferentes causas ante el surgimiento de la grieta. Por ejemplo, la sequía que ha permanecido en esta zona durante meses. O también, como comentaron las autoridades, “la sobreexplotación del manto acuífero y el acomodo de las placas”, haciendo referencia a la posible falla geológica.
¿La grieta en Tula es una falla geológica?
El especialista Jorge Rodríguez descartó que la grieta fue generada por un movimiento telúrico, aunque informó el constante monitoreo sobre la falla geológica. Además, los ciudadanos reportaron diferentes socavones causados por las tormentas en los ejidos aledaños.
El secretario de Obras Públicas, Pedro Cepeda Anaya, informó a través de un comunicado la futura construcción de un puente en la carretera cercana a la grieta y, de esta manera, mantener la vialidad entre los ejidos: “Se recomienda a los pobladores de los ejidos afectados tomar precauciones, ya que varias viviendas se encuentran en el paso subterráneo del escurrimiento y presentan fallos en la estructura con agrietamientos y asentamientos de cimentación”, señaló el secretario.