La Generación Z, integrada por jóvenes nacidos entre 1996 y 2012, es la más vulnerable a ser víctimas de estafas digitales o en linea, reveló un estudio publicado por la firma de seguridad en la nube Akamai.
Reveló que casi la mitad de los jóvenes en México “han sufrido” algún tipo de fraude digital a través teléfonos celulares y dispositivos móviles en general; además de que son más propensos que los abuelos a perder su dinero y ser engañados por los estafadores.
“Entre los jóvenes, las estafas digitales son más comunes: 43.07% de quienes se ubican entre 18 y 25 años y 44.23% de los que tienen de 26 a 31 años han sido víctimas de los defraudadores, sobre todo al realizar compras en Internet.
“Dichas tasas son 17.03 puntos porcentuales más altas que las reportadas entre los Baby Boomers o adultos mayores de 60 años, generación en la que solo 26.04% ha experimentado algún fraude digital”, precisó.
El gerente de Estrategia de Industria en América Latina de Akamai, Helder Ferrão, señaló que aun cuando suene contradictorio, los también llamados Centennials están menos preparados para evitar las estafas, porque profesan una confianza ciega al uso de smartphones o teléfonos celulares, tabletas y dispositivos móviles.
“La Generación Z son los llamados ‘nativos digitales’, personas que nunca han conocido un mundo sin Internet. Sin embargo, su experiencia es con smartphones y tabletas, no con las computadoras, lo que lleva a muchos jóvenes a confiar ciegamente en esos dispositivos”, dijo.
“La Generación Z, con su adaptabilidad y destreza digital, tiene el potencial de ser la población más segura en línea, si esto se complementa con una educación financiera robusta en ciberseguridad.
“Al instruir a los jóvenes con los conocimientos y habilidades necesarias para identificar y evitar riesgos en línea, les permitimos navegar el entorno digital de manera segura”.
— Helder Ferrão, gerente de Estrategia de Industria de Akamai
Hábitos de consumo en la Generación Z
A través de una encuesta sobre comercio electrónico y las prácticas en línea de los consumidores mexicanos, dicha plataforma explicó que 69 de cada 100 integrantes de la Generación Z (69%) prefiere usar su smartphone para realizar compras en línea, considerándolo como “el dispositivo más seguro”.
Indicó que, al momento de realizar compras, dicho sector “confía en que la banca móvil y las nuevas empresas de tecnología protegerán su información”, sobre todo cuando estos se llevan a cabo mediante sistemas de pago como PayPal, Conekta, Open Pay o MercadoPago; o bien, mediante tarjetas de débito y crédito.
“Esta inclinación por la innovación expone a los jóvenes a estafas. De forma contraria, las personas mayores de 60 años confían menos en los teléfonos móviles y tienden a no usar aplicaciones bancarias simplemente porque no confían en la tecnología”, apuntó.
Akamai alertó que, frente a dichos hábitos de consumo digital, existen estafadores o defraudadores que se especializan en engañar a jóvenes, que utilizan apps de citas, de inversión y búsqueda de empleo para pescar a sus víctimas potenciales.
“Los estafadores circulan anuncios y ligas en las redes sociales favoritas de los jóvenes, como Instagram y TikTok”, que los llevan a caer en compras y servicios fraudulentos; y “aun cuando son eliminados por violar las políticas de las tiendas de aplicaciones, al momento de que esto último ocurre, el daño ya está hecho, señaló Helder Ferrão.
Estafas digitales más comunes en México
La plataforma señaló que los mexicanos están expuestos, con mayor medida, a tres tipos de estafas digitales:
- Compra de productos sin recibirlos. Afecta a uno de cada cuatro mexicanos; curiosamente, su mayor número de víctimas está en la Generación Z y los Baby Boomers.
- Compartir información por teléfono y ser víctima de fraudes. Los más golpeados son las personas que se ubican entre 32 a 39 años.
- Hacer click en un enlace que llega a través de un e-mail o mensaje de texto. Esto facilita el robo de datos personales, bancarios e información sensible.
¿Por qué la Generación Z es más vulnerable al fraude?
Existen varios factores que contribuyen a la mayor vulnerabilidad de la Generación Z al fraude o las estafas digitales:
Confianza excesiva en el entorno digital
La Generación Z creció rodeada de tecnología y, por lo tanto, tienden a confiar más en las plataformas en línea. Esta confianza puede llevarlos a no tomar las precauciones necesarias al realizar compras o contratar servicios en la Internet.
Búsqueda de ofertas atractivas
Estos jóvenes buscan las mejores ofertas y precios bajos; los estafadores lo saben y crean sitios web falsos con costos irresistibles para atraerlos. El 22% de los encuestados de 18 a 25 años, menciona que una de sus preocupaciones, al momento de hacer compras en línea, es que los mejores productos y ofertas se agoten, y esto los lleva a no verificar que la compra sea segura.
Falta de educación en ciberseguridad
Por la confianza que tienen en los medios digitales se genera una falta de enseñanza sobre los elementos básicos en ciberseguridad; no cuestionan o verifican la autenticidad de las plataformas.
¿Qué hago para evitar un fraude digital?
Para no caer en trampas y evitar un eventual fraude digital, los especialistas en seguridad digital te recomiendan:
- Investiga a fondo al vendedor antes de realizar una compra; verifica las reseñas y la reputación de la tienda en redes sociales o en los comentarios que dejan otros consumidores en la página.
- Comprueba que la URL del sitio web sea segura, comenzando con el prefijo “https” en lugar del tradicional “http”, la “s” indica que el sitio encripta los datos de los clientes para evitar fugas o robo de información.
- Revisa que la pagina no tenga errores ortográficos o utilice –de forma ilegal– logotipos e identidad de alguna marca, tienda o banco; los estafadores suelen cambiar una letra, agregar un símbolo, replicar un correo o usar un colores muy parecidos a los sitios originales. Si tienes duda, visita un buscador y teclea directamente el nombre de la tienda o marca y verifica que no haya errores o cambios.
- Utiliza métodos de pago seguros, como tarjetas de crédito y servicios en línea que ofrezcan protección contra el fraude. Además, es importante no compartir información personal innecesaria y activar alertas de estafas en los servicios bancarios.