Puestos de hot-dogs, tacos de canasta, nieves, refrescos preparados y toda una infinidad de comercio ambulante invadió la Alameda Central y cruces de la Avenida Francisco I. Madero, ubicados en el Centro Histórico de la Ciudad de México, frente a las miradas de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), que se limitan a vigilar el lugar.
En un recorrido hecho por Publimetro, se pudo constatar el crecimiento del comercio informal, que se ha instalado en nuevos lugares de la zona centro de la capital, sobre todo a los alrededores del Palacio Bellas Artes, pasando por el Hemiciclo a Juárez, Eje Central y la Avenida Francisco I. Madero.
Y es que en dicha avenida –totalmente peatonal– los comerciantes han ido ganando terreno, sobre todo cuando llega el fin de semana (viernes, sábado y domingo), en donde abundan los puestos de comida y de antojos –como churros–, incluso, hasta puestos móviles de frutas y verduras, que ofertan sus productos a bajo costo desde los 30 pesos.
Todos estos vendedores informales que se encuentran en Madero en sus cruces con Palma y Motolinia, tienen algo en común: su puesto es “móvil”; es decir, pueden desplazarse fácilmente en cualquier momento, todo ellos gracias a líderes y lideresas utilizan radios para comunicarse por posibles operativos.
Esta actividad se detectó sobre la Avenida Eje Central y la calle República de Uruguay, en donde una vendedora de churros se encontraba ofertando sus productos, situación que fue interrumpida abruptamente por un sujeto vestido totalmente de negro, quien portaba una gorra y un walkie talkie.
El sujeto –que volteaba a cada lado constantemente– ordenó a la mujer esconderse en un establecimiento, pues segundos después varios policías pasaron por la avenida, seguramente en el marco de los operativos contra el comercio informal, que realiza la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México (Secgob).
Invaden Alameda Central
Sin dudar, la zona que está repleta de comercio informal es la Alameda Central, desde su inicio en el Palacio de Bellas Artes, hasta la salida del Metro Hidalgo en la avenida Juárez, se encuentra repleto de vendedores que ofertan varios productos, esencialmente comida y bebida, para combatir el calor que se ha presentado en la capital del país.
A comparación de la Avenida Francisco I. Madero, en la Alameda Central los puestos están bien instalados, mínimo, con sombrillas y bancos, con los que venden sus productos, frente a la mirada de policías capitalinos, quienes se encuentran en los puestos de mando de la SSC.
En este lugar también los líderes de comerciantes utilizan radios para comunicarse por posibles operativos, y sobre todo, para identificar a personas tomando fotos a los puestos, pues en dicha zona la presencia de comerciantes es mayoritaria, quienes ofertan elotes, esquites, raspados, frutas, aguas frescas y helados.
No obstante, el crecimiento de estos puestos motivó a otros “comerciantes” a ofertar sus productos en la vía pública. Tal es el caso del pasillo que comprende toda avenida Hidalgo, desde Eje central hasta Avenida Juárez, en donde vendedores ofrecen mercancía diferente a la que ofrecen en la Alameda Central.
Pues en la acera se instalaron bazares feministas que venden ropa y varios productos; también personajes con los que te puedes tomar foto, como ídolos de la Revolución Mexicana, hasta muñecos Good Guys de Chucky; incluso con productos para mascotas, como perros y gatos; y lentes, aretes, artesanías y toallas, que se ofertan en sábanas sobre el piso.
Acciones del Gobierno
En el marco del crecimiento del comercio informal en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la Secgob realizó en meses pasados, 2 mil 641 recorridos y diálogos para inhibir la presencia de vendedores informales que “torean” en calles del Centro Histórico, lo que dejó el retiro voluntario de 872 comerciantes ambulantes.
Las acciones se aplicaron en las calles Francisco I. Madero, 5 de mayo, 16 de Septiembre, Correo Mayor, Corregidora, Venustiano Carranza, Eje 1 Norte, Seminario, Del Carmen, Zócalo, Aztecas, Apartado y en Manuel de la Peña y Peña.
La medida está a cargo de la Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública (SPARVP), cuyo personal insta a los comerciantes a retirarse voluntariamente, para evitar que las autoridades decomisen su mercancía exhibida en espacios donde no se permite el comercio en vía pública.