La madrugada del miércoles 24 de julio, un fuerte estruendo similar a un rugido, alertó a los vecinos del Paraje Plan de San Martín sobre las grietas en el kilómetro 38+500 de la carretera federal 55, en el municipio de Tenancingo, al sur del Estado de México.
Los testigos refirieron que todo comenzó cuando recrudeció la lluvia, pero horas más tarde, la carpeta asfáltica se abrió aún más con el paso de los vehículos, especialmente camionetas y camiones de carga. Las condiciones actuales del pavimento se han deteriorado significativamente, según reportaron elementos de la Guardia Nacional y autoridades locales, lo que llevó al cierre total de la vialidad para evitar más daños.
Cabe mencionar que la ruptura en el pavimento comenzó el día anterior, según vecinos y el alcalde Héctor Gordillo Sánchez, quien acudió al lugar la mañana del miércoles, donde ya trabajaba la Guardia Nacional.
En ese sentido, el presidente municipal puso sobre la mesa la necesidad de una declaratoria de emergencia por parte del Gobierno Federal, ya que el acceso al municipio se ha complicado con el cierre de la carretera, especialmente para el transporte pesado, que ahora debe desviarse hacia la autopista de cuota que conecta con Tenango del Valle e Ixtapan de la Sal, y el ramal hacia Villa Guerrero.
De acuerdo con Gordillo Sánchez, existen al menos cuatro hundimientos adicionales en la misma carretera ubicados en el Ejido Francisco Zarco, en la frontera con el municipio de Villa Guerrero, además de otros dos puntos y que está en contacto con representantes de la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes mexiquense.
Finalmente, Gordillo Sánchez subrayó que la carretera federal 55 es una arteria principal para los habitantes, ya que miles de automovilistas circulan diariamente por ahí al ser la única carretera de acceso directo a la región, y su cierre ha generado un impacto económico significativo para la población.