Durante los últimos seis años, la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa), ha realizado 289 visitas de verificación sanitaria, que han dado como resultado el aseguramiento y destrucción de 376 kilogramos, 94 litros y 2 mil 653 piezas de los llamados “productos milagro” o “productos engaño”, debido a que no cumplían con las disposiciones sanitarias correspondientes.
Parte de los “productos engaño”, son mercancías de la empresa JAH2 Live Nutricion: Chupapanza, Riñón Vida Plus Max, Prostamax, Prostaliv, Cicatrisan Plus, Adaptogen Sinergy, Labe Pharmaceutical, BHIP Global de México, Herbal Solution´s Health, Dionica, Biadit, D-norm, Diolix, Cardio Active, y Volumin, entre otros.
Los productos asegurados difunden información engañosa, con la cual prometen efectos terapéuticos o curativos sin tener evidencia científica sobre su efectividad y condiciones de seguridad para su uso; por estas razones, su consumo representa un riesgo importante para las personas que los recomiendan y utilizan.
Los llamados “productos engaño”, antes “productos milagro”, prometen al público múltiples beneficios sin dar cuenta exacta de su composición. Estos productos o falsos medicamentos no garantizan ningún nivel de seguridad en su elaboración, almacenamiento y venta, por lo que no tienen registro o autorización sanitaria.
La Agepsa también ha realizado la divulgación de 24 alertas sanitarias sobre marcas y productos cuya comercialización atribuye de manera exagerada propiedades terapéuticas o curativas o que son elaborados con componentes peligrosos.
El consumo y distribución de los “productos engaño” representa un problema sanitario, porque además de exponer a la población a la desinformación y al fraude, no cumplen con las regulaciones y procesos de calidad adecuados, por lo que la Sedesa, a través de la Agepsa mantienen vigilancia permanente para identificar y sacar de circulación esta clase de mercancías.
¿Cómo identificar un producto milagro?
● Desconfíe de cualquier producto que asegura la cura o desaparición de múltiples padecimientos, o de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes o artritis, entre muchas otras
● Ignore productos que no presentan información precisa sobre su lugar de elaboración o fabricante, ni las sustancias y cantidades que contiene, o no presenta número de lote y fechas de caducidad
● Deseche aquellos productos que utilizan publicidad basada en elementos vistosos y llamativos que enfatizan el efecto curativo que ofrecen. Por ejemplo, con fotografías de los órganos asociados o utilizando nombres con referencia directa al padecimiento a atender, entre otros; sospeche de productos que presentan el aval o testimonio de figuras públicas, o de organizaciones médicas o científicas inexistentes
● Desconfíe de los productos que se ofrecen para consumir sin la exigencia de una revisión médica o promocionan su carácter alternativo; y no acepte productos que carezcan del registro sanitario, parte de las autoridades sanitarias