El consumo de alitas de pollo en México ha experimentado un notable incremento en los últimos años, se ha convertido en una opción preferida por muchos. Según estimaciones de la Unión Nacional de Avicultores, se espera que este año el consumo de pollo, incluidas las alitas, alcance los 35 kilogramos (kg) per cápita en promedio.
La misma organización indica que en México, 6 de cada 10 kg de proteína animal consumida provienen del sector avícola, de los cuales 4 kg son de pollo, consolidándose como la principal fuente de proteína animal debido a sus importantes aportes nutricionales y su accesibilidad económica.
En una conferencia de prensa con motivo del Día Mundial de las Alitas de Pollo, celebrado el 29 de julio, Alejandro Monteagudo Cuevas, presidente ejecutivo de la Unión Nacional de Avicultores, informó que en México se producen cerca de 345 millones de pollos de engorde, lo que equivale a aproximadamente 5.5 millones de pollos al día.
Con esta producción, se espera superar el consumo de 34.7 kg de pollo per cápita registrado en 2023 y alcanzar los 35 kg en 2024. Además, la comercialización de piezas de pollo ha crecido un 4% en los últimos años, pasando de representar el 8% al 12% del mercado.
Monteagudo también destacó la importancia del sector avícola en la economía nacional, ya que contribuye con el 38% del PIB pecuario, y de este porcentaje, cerca del 24% proviene del pollo. El sector genera más de 830 mil empleos, de los cuales 135 mil son directos y 695 mil indirectos.
México sexto productor de pollo
Los principales estados productores de pollo en México son Veracruz, con un 15.6% de la producción nacional, seguido por Querétaro con un 9.8%, la región de La Laguna con un 8.6%, Aguascalientes con un 8.5%, y Chiapas con un 7.3%. Estos estados, en conjunto, aportan cerca del 50% de la producción nacional, posicionando a México como el sexto mayor productor de pollo a nivel mundial, después de Estados Unidos, Brasil, China, la Unión Europea y Rusia.
De Buffalo a México: La evolución de las alitas de pollo
No hay una historia particular para esta celebración; sin embargo, las alitas de pollo tienen una historia fascinante. Se dice que el primer plato de alitas de pollo fue servido en Buffalo, Nueva York, en 1964 por Teresa Bellissimo en su establecimiento familiar, el Anchor Bar.
Se cuenta que, cuando los amigos del marido de Teresa llegaron a casa, ella tuvo que prepararles comida. Así, cocinó las alitas de pollo con su salsa casera especial y las sirvió con queso azul y apio, ya que era todo lo que tenía disponible. El resultado fue un éxito rotundo y la receta se ha extendido desde entonces.
Además, la versatilidad y el aporte proteínico de este alimento lo han convertido en una opción preferida por muchos. Este crecimiento ha sido impulsado por varios factores, entre ellos, la popularidad de las cadenas de restaurantes especializadas, la diversificación de sabores y estilos, y la creciente cultura del “foodie”.
Marco Lamberri, director y fundador del restaurante especializado en alitas La BTK, destacó que el consumo de este platillo ha crecido significativamente. Lamberri atribuyó este aumento a los diversos momentos de consumo, como reuniones familiares y con amigos, y a que es un alimento nutritivo y de fácil acceso.