El sector agropecuario, también conocido como actividades primarias en términos económicos, se convirtió en un desafío para México, pues en el segundo trimestre de este año cayó 1.7% respecto al trimestre anterior, lo que provocó que la economía mexicana creciera apenas 0.2% en ese lapso, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cabe recordar que el campo mexicano padece algunos problemas como la sequía y condiciones extremas de calor, y esto ha repercutido en la producción de diversos alimentos, principalmente, lo que además eleva los precios de productos básicos.
Factores que fluyeron en el PIB de México
En la comparación anual, el Producto Interno Bruto (PIB) de México durante el segundo trimestre del año, es decir, de abril a junio, registró un crecimiento de 1.1% anual en términos reales y con cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Inegi.
Por actividad económica, destaca que las actividades terciarias, esto es los servicios, incrementaron 1.7% respecto a un año antes y las secundarias, que se refieren a la industria y minería, crecieron 0.5%, mientras que las actividades primarias descendieron 2.2% en la comparación anual.
Esto implica una desaceleración de la actividad económica de México y enciende las alertas respecto a las perspectivas para el cierre del año.
De este modo, en el primer semestre de 2024, el PIB de México ascendió 1.5% con respecto a igual periodo de 2023.
Tras darse a conocer el resultado de la actividad económica del país la economista Gabriela Siller difundió a través de sus redes sociales algunas reflexiones de lo que esto representa, entre las que destaca que este bajo crecimiento se registra a pesar de ser un año de elecciones y las implicaciones que esto tiene para los pronósticos al cierre del año.
En esta postura coincide el área de Análisis Económico y Financiero de Banco Banorte, la cual a través del reporte titulado La actividad continuó perdiendo impulso a mediados del año señala que el crecimiento de la economía “nuevamente fue más bajo de lo estimado, consistente con la moderación en el ritmo de crecimiento que ha permeado desde el año pasado”.
El análisis explica que a nivel sectorial, el impulso se concentró tanto en los servicios como en la industria y, en contraste, las actividades primarias retrocedieron, “en parte por una base de comparación muy retadora”.
Y a pesar de que la comparación secuencial fue más baja que el trimestre previo, la institución financiera reconoce que la economía acumula 11 trimestres al hilo en expansión.
Por ello los especialistas de Banorte anticipan que “el panorama se mantiene retador para el segundo semestre de 2024″; y, resalta que existen algunas señales positivas en sectores clave, por lo que mantiene su “expectativa de una expansión de 1.9% en el PIB este año, aunque con los riesgos sesgados a la baja”.