Los motociclistas capitalinos tienden a morir los fines de semana por la noche, pues datos del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX) revelan que durante los últimos cinco años, de los 397 motociclistas con prueba de alcoholemia positiva, el 56% fallecieron por siniestros viales ocurridos durante el sábado y domingo.
Las cifras presentadas durante el taller “Alcohol y Conducción: Factor mortal y cómo abordarlo desde la seguridad vial”, implementado por la Secretaría de Movilidad (Semovi), también revelan que el 71% del total de motociclistas (397) murieron en un siniestro vial de 18:00 a 05:59 horas.
En este sentido, los sábados y domingos entre las 0:00 y las 05:59 horas concentraron el 27% de los hechos de tránsito con motociclistas fallecidos; este alto porcentaje sugiere la ocurrencia de fatalidades por la pérdida de control del vehículo debido a la conducción bajo los efectos del alcohol.
Y es que de 2019 a mayo de 2024, el 84% de los motociclistas con prueba de alcoholemia positiva murió por siniestros viales sin otro vehículo involucrado.
Nueve de cada diez motociclistas fallecidos con prueba de alcoholemia positiva registraron grados de alcohol por encima de lo permitido:
- 49% tenía entre 18 y 29 años
- 43% tenía entre 30 y 45 años
- 6.7% tenía entre 46 y 60 años
- 1.3% era menor de 18 años
Crece muerte de motociclistas
De acuerdo con el PJCDMX, de enero de 2019 a mayo de 2024, 3 mil 735 personas fallecieron por hechos de tránsito, de ellas, mil 197 eran motociclistas, es decir, el 32% del total; está situación se agravó en 2022, cuando –en su cuarto trimestre– los motociclistas se convirtieron en el primer lugar en muertes.
Del total de motociclistas fallecidos (mil 197) se le aplicó una prueba de alcoholemia al 64% (768), de la que el 33% (397) dio positivo, es decir, 3 de cada 10 motociclistas murieron estando ebrios.
De los 397 motociclistas fallecidos por siniestros viales con prueba positiva de alcoholímetro, el 96% (381) eran hombres; el 92% tenía entre 18 y 45 años de edad (49% entre 18 y 29 años, y 43% entre 30 y 45); y 10 de las 16 mujeres que perecieron, tenían entre 18 y 29 años, lo que refleja que el abuso del alcohol es mayoritario en jóvenes.