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Caen más de 8 árboles al día en CDMX por urbanización

El mayor número de árboles caídos al año ocurre en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuauhtémoc

Caída de árbol en Insurgentes deja daños materiales y afectación vial
Caída de árbol en Insurgentes deja daños materiales y afectación vial (Marisol Argumedo)

En la Ciudad de México caen más de ocho árboles al día por la urbanización a gran escala que ha introducido nuevos factores de estrés que afectan a los ejemplares –y personas– de manera devastadora, pues hace unas semanas, la caída de un ejemplar mató a una mujer que se encontraba estacionada en su automóvil en la colonia Nápoles de la alcaldía Benito Juárez.

Precisamente dicha demarcación es una de las que registra más caídas de árboles al año; de acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de México (911), el mayor número de ejemplares caídos al año por cada 10 mil habitantes ocurre en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Cuauhtémoc, con 5 árboles al año por el número de personas antes mencionado.

Dichos datos anuales que se registraron de 2019 a 2021, contrastan con las cifras diarias, pues en esos años se registraron un total de 9 mil 218 árboles caídos, es decir, 8.5 ejemplares al día, siendo las alcaldías de Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc las que presentan el mayor número de desplomes.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Iberoamericana (IBERO), uno de los factores más importantes por el que caen los árboles es la degradación del suelo antropogénico o urbano que se refiere a cambios físicos y químicos que incluyen la compactación del suelo, la alteración de las relaciones agua-aire, la contaminación y el aumento del pH.

Otro problema importante en relación con el crecimiento y desarrollo de los árboles en la vía pública es la composición del aire en las zonas urbanas; ya que la mala calidad del aire puede imponer cambios mecánicos, como la oclusión de las estomas por polvos suspendidos en el aire contaminado, lo que resulta en el empeoramiento del intercambio de gases y, por lo tanto, alteran los procesos vitales de los árboles.

No obstante, son igualmente importantes son la cantidad de luz (intensidad), la calidad de la luz (composición espectral), la dirección y la duración; ya que debido a los edificios altos que dan sombra en el área urbana, hay cambios en la intensidad de la luz que llega a las hojas, por lo que las fases de luz y oscuridad en los ciclos diurnos también pueden verse alteradas.

Es decir, en áreas urbanas altamente modificadas, los árboles deben hacer frente no solo a una gran cantidad de rayos y deficiencia de luz, sino también a dosis de luz artificial durante la noche, lo que repercute en la asimilación de carbono de los árboles necesaria para ganar volumen.

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Caen más de 8 árboles al día en CDMX por urbanización Publimetro MX

Todos estos factores que modifican las características biológicas y mecánicas de los árboles urbanos pueden cambiar con el tiempo, afectando así la estabilidad de la estructura del árbol, que aumenta el riesgo de desplome, lo que refleja un peligro potencial de lesiones, muertes, pérdida de propiedad e impactos en el tráfico de la capital.

Este puede ser un proceso gradual, pero también puede ser drástico, especialmente después de eventos extremos de fuertes vientos y lluvias; y es que los árboles pueden caer en cualquier momento sin que se muestren o detecten signos discernibles de falla, como el caso ya mencionado en la Colonia Nápoles, en donde murió una mujer luego de que un árbol cayera sobre su vehículo que circulaba a un costado del Pepsi Center.

Urgen Plan de Monitoreo

Si bien existen esfuerzos aislados para realizar inventarios arbóreos, como los desarrollados por la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), estos son insuficientes. La falta de un sistema de alerta preventiva agrava el problema, dejando a los árboles de la ciudad sin la atención necesaria.

Es crucial implementar un plan integral de monitoreo para evaluar las condiciones de crecimiento de los árboles y detectar aquellos que representan un riesgo potencial. Solo con la coordinación adecuada, los planificadores urbanos podrán establecer medidas que garanticen la seguridad de la ciudadanía y, al mismo tiempo, fomenten el crecimiento y bienestar del arbolado urbano.

Los árboles de la Ciudad de México son vitales para nuestro ecosistema urbano, pero su estabilidad y salud están en riesgo. Urge actuar para proteger a estos valiosos seres vivos y, con ellos, la seguridad de todos los que habitamos en la vibrante metrópoli.

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