El ‘techo de cristal’ es una metáfora que describe el conjunto de barreras invisibles que impiden a las mujeres avanzar a posiciones de liderazgo dentro de empresas, organizaciones y esferas públicas como la política.
Este concepto hace referencia a las limitaciones no escritas que en ocasiones frenan el progreso de las mujeres, las cuales no están contempladas explícitamente en leyes o políticas, pero que resultan en obstáculos significativos para su desarrollo profesional.
De esta manera, la expresión ‘techo de cristal’ engloba limitaciones arraigadas en estereotipos y normas culturales que han sido perpetuados a lo largo del tiempo.
En el ámbito político donde han pasado 200 años de gobiernos encabezados por 65 hombres en la historia del México independiente y que llegan a su fin con la próxima toma de protesta como presidenta de México de Claudia Sheinbaum, el ‘techo de cristal’ se manifiesta a través de diversos obstáculos que afectan la carrera de las mujeres tales como:
Estructuras jerárquicas dominadas por normas masculinas: Las organizaciones públicas y privadas suelen seguir reglas y modelos que favorecen al hombre, asumiendo a éste como el prototipo de empleado ideal para posiciones directivas.
Selección para cargos de poder: Los puestos de liderazgo no siempre se asignan basados en méritos, capacidades y trayectorias, sino en redes de influencia que generalmente favorecen a los miembros hombres de una organización, tal como lo puede ser un partido político.
Estereotipos sobre capacidad de mando: Aún existe una percepción de que las mujeres carecen de la capacidad de liderazgo y autoridad necesarias para roles directivos o en este caso específico para encabezar un gobierno.
Sin embargo, con la próxima llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, quien ha mencionado que este no es un “triunfo personal”, puesto que no llega sola, sino que “llegamos todas”, se espera que haya un salto cuántico en las condiciones en las que las mujeres compiten no sólo en el ámbito político sino en todas las áreas en las que una mujer decida incursionar.
Para avanzar en la eliminación del ‘techo de cristal’, es crucial que todas las estructuras, entidades y organizaciones implementen iniciativas afirmativas que fomenten una sociedad más justa y equitativa, garantizando que el principio de equidad entre hombres y mujeres se traduzca en cambios reales y efectivos.