La tormenta tropical Gilma, actualmente desplazándose por el océano Pacífico, ha captado la atención de las autoridades meteorológicas debido a su potencial impacto en la República Mexicana. Este fenómeno, aunque todavía distante del territorio nacional, podría representar un riesgo significativo para varias regiones del país en los próximos días.
Gilma podría convertirse en huracán categoría 2 en menos de 24 horas
Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), emitido a las 03:00 horas del martes 20 de agosto, la tormenta tropical Gilma se localiza a aproximadamente mil 190 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur.
En este momento, Gilma presenta vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora (km/h) y ráfagas que alcanzan los 100 km/h. Aunque en la actualidad no se considera que esta tormenta sea una amenaza inmediata para el territorio nacional, las autoridades han señalado que podría intensificarse, alcanzando la categoría de huracán en las próximas 22 a 24 horas.
La preocupación radica en la posibilidad de que la tormenta tropical se transforme en un huracán de categoría 1 o incluso de categoría 2, lo cual podría exacerbar los efectos de las lluvias y vientos asociados a este sistema meteorológico. Si bien la trayectoria y evolución de Gilma aún son inciertas, es esencial que la población y las autoridades permanezcan en alerta y tomen las precauciones necesarias ante un posible cambio en su curso o intensidad.
Lluvias muy fuertes e intensas en varios puntos del país
Simultáneamente, el país enfrenta otras condiciones meteorológicas que podrían agravar la situación en varias regiones. El monzón mexicano, en combinación con inestabilidad en niveles altos de la atmósfera y una baja presión en altura sobre el noroeste del país, está generando lluvias muy fuertes en Sonora, lluvias fuertes en Baja California Sur, y posibles granizadas en Durango, Chihuahua y Sinaloa. Además, existe la posibilidad de que se formen torbellinos o tornados en algunas zonas de Sonora, lo que podría incrementar los riesgos para la población.
En el interior del país, un canal de baja presión interactuando con la inestabilidad atmosférica y el ingreso de humedad de ambos litorales está provocando lluvias intensas en Veracruz, Guerrero y Michoacán; lluvias muy fuertes en Oaxaca, Colima, Jalisco y Nayarit; y lluvias fuertes en Puebla, Morelos y el Estado de México. Estas precipitaciones, acompañadas de descargas eléctricas y posibles granizadas, podrían causar inundaciones repentinas, deslaves y otros daños en las áreas afectadas.
Onda tropical 17 se desplaza sobre Yucatán
Mientras tanto, en el sureste de México, la onda tropical número 17, que se desplaza sobre la península de Yucatán, en conjunto con otro canal de baja presión en el sureste del país, está provocando lluvias intensas en Tabasco, y lluvias muy fuertes en Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La interacción de estos sistemas con la inestabilidad en niveles altos de la atmósfera podría dar lugar a granizadas en las sierras de Chiapas, aumentando el riesgo de desastres naturales en estas áreas.
Por último, el ambiente cálido a caluroso que prevalece en gran parte del territorio nacional continuará, con temperaturas máximas superiores a 40 °C en zonas de Baja California, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Campeche. Este calor extremo, combinado con las condiciones meteorológicas antes descritas, podría agravar las situaciones de riesgo, especialmente en regiones donde la sequía o las olas de calor ya están causando problemas.
Aunque la tormenta tropical Gilma aún se encuentra lejos de las costas mexicanas, su posible evolución a huracán, sumada a las diversas condiciones meteorológicas que afectan al país, requiere que la población y las autoridades se mantengan informadas y preparadas para cualquier eventualidad.
