Septiembre provoca una mezcla de emociones entre los mexicanos, pues a pesar de ser el mes patrio, también trae consigo un sentimiento de estrés y preocupación debido a la historia sísmica que ha marcado al país, especialmente en la Ciudad de México (CDMX).
Mes patrio inicia con sismo de 4.1 en Oaxaca
En años anteriores, septiembre ha sido testigo de fuertes terremotos que han dejado un profundo impacto en la memoria colectiva, los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 son eventos que quedaron grabados en la historia de México, no solo por la devastación material que causaron, sino también por la pérdida de vidas humanas.
Este año, este mes sorprendió con un sismo de magnitud 4.1 en Oaxaca, registrado a las 02:24:44 horas del lunes 2 de septiembre. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que el epicentro se localizó a 79 kilómetros (km) al sureste de Salina Cruz, Oaxaca, con una latitud de 15.53, una longitud de -94.90, y una profundidad de 16 km.
Mexicanos viven con ansiedad en septiembre ante posibles sismos
Aunque el sismo fue de una magnitud moderada y no activó la Alerta Sísmica, generó preocupación entre la población, especialmente entre los habitantes de la CDMX, quienes han quedado marcados por los sismos del pasado.
A pesar de que los sismos no pueden predecirse, el miedo persiste. Septiembre, el mes que debería ser de celebración por la independencia del país, se convierte en una época de ansiedad para muchos.
La incertidumbre de no saber si un nuevo temblor podría ocurrir mantiene a la población en alerta constante. Aunque el reciente sismo en Oaxaca no causó daños significativos, fue un recordatorio de que México es una nación sísmicamente activa, y la posibilidad de un gran temblor siempre está presente en la mente de los mexicanos durante este mes.