Septiembre llegó, y con él, los recuerdos de tragedias sísmicas que marcan la historia de México, pues este mes, tradicionalmente asociado con desastres naturales, despierta una vez más el temor entre los ciudadanos luego de que se registraran varios sismos en los primeros días en Oaxaca, Estado de México (Edomex) y la Ciudad de México (CDMX). En particular, la capital del país, que ha sido escenario de terremotos devastadores en 1985, 2017 y 2022, revive recuerdos trágicos en la sociedad.
¿Ocurrirá un cuarto temblor de magnitud mayor a 5 el 19 de septiembre de 2024?
La preocupación de los mexicanos se intensifica ante la posibilidad de que septiembre traiga consigo otro terremoto de gran magnitud; la CDMX, que experimentado pérdidas humanas y materiales significativas en tres ocasiones diferentes, se encuentra en un estado de alerta constante. Aunque no se puede predecir con certeza si un sismo de gran magnitud ocurrirá nuevamente este mes, el temor está presente en la vida cotidiana de los capitalinos.
Para responder a estas inquietudes, Publimetro México te cuenta la probabilidad de que un sismo similar al del 19 de septiembre de 1985, 2017 o 2022 vuelva a ocurrir este año. A pesar de las preocupaciones, es importante recordar que, la Alerta Sísmica sí sonará el 19 de septiembre de 2024; esto se debe a que se lleva a cabo el Simulacro Nacional, un ejercicio destinado a conmemorar a las víctimas de estas tragedias y a preparar a la población para una posible emergencia.
Según el portal Ciencia UNAM, no se descarta la posibilidad de que un cuarto sismo de alta magnitud ocurra el 19 de septiembre de 2024. Sin embargo, el doctor Luis Quintanar Robles, secretario académico del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que no hay certeza de que un terremoto pueda registrarse en la misma fecha. Si llegara a ocurrir un sismo de magnitud mayor a 5 el mismo día, sería mera coincidencia.
¿Sismos y microsismos en Oaxaca, CDMX y Edomex podrían ser premonitorios?
El Servicio Geológico Mexicano (SGM) también se pronunció sobre el tema, explicando que, aunque algunos temblores grandes pueden ser precedidos por temblores de menor magnitud, conocidos como temblores premonitorios, es prácticamente imposible diferenciarlos de la sismicidad normal de una región.
Esto significa que, en la mayoría de los casos, un temblor se reconoce como premonitorio solo en retrospectiva, una vez que ha ocurrido el evento principal; por lo que los sismos y microsismos registrados por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) los días 1, 2 y 3 de septiembre del presente año en Oaxaca, CDMX y Edomex, podrían calificarse como temblores premonitorios, aunque hasta el momento ninguna autoridad lo ha confirmado, por lo que se recomienda a la población no alarmarse. En el caso de los microsismos en la capital mexicana, desde el año pasado y hasta la actualidad, se le atribuyen a la falla Plateros-Mixcoac.
Réplicas podrían anunciar un temblor de gran magnitud
Asimismo, el SGM, explica que después de un gran sismo, es común que se produzcan réplicas, que son temblores de menor magnitud que ocurren cerca del epicentro del temblor principal; estas réplicas se deben probablemente al reajuste mecánico de la región afectada, que no recupera su estado de equilibrio inmediatamente después del evento principal. La frecuencia de estas réplicas suele ser alta al principio y disminuye gradualmente con el tiempo.
Las réplicas pueden ofrecer a los científicos información valiosa sobre las dimensiones de la zona de ruptura y otros aspectos del sismo principal. Sin embargo, desde el punto de vista social, es crucial que la población esté informada sobre la posibilidad de que ocurran réplicas para poder tomar precauciones adicionales. Estas pueden ocurrir minutos, días e incluso años después del evento principal, y el número de ellas puede variar considerablemente, desde unos pocos temblores hasta cientos de eventos.
Los sismos son eventos naturales que no se pueden predecir con exactitud
El SGM destaca que los sismos son un fenómeno recurrente, ya que la energía acumulada en cualquier lugar eventualmente tiene que liberarse mediante la ocurrencia de un nuevo sismo. Los eventos sísmicos suelen repetirse en las mismas regiones geográficas, lo que significa que, a medida que pasa el tiempo sin que ocurra un temblor fuerte en una región, aumenta la probabilidad de que se produzca uno.
Es razonable esperar que en las regiones donde ya han ocurrido sismos fuertes, vuelvan a presentarse en el futuro. La predicción de sismos sigue siendo uno de los mayores desafíos para la sismología. Según información del SGM, a pesar de los avances tecnológicos, ni siquiera en países con tecnologías avanzadas como Estados Unidos (EE.UU.) y Japón, se ha logrado desarrollar una técnica eficaz para predecir los sismos con precisión.
Aunque el temor de los mexicanos ante la llegada de septiembre es comprensible, es importante recordar que los sismos son eventos naturales que no se pueden predecir con exactitud. La preparación y la conciencia sobre cómo actuar en caso de un sismo son las mejores herramientas para enfrentar este tipo de fenómenos; mientras tanto, el Simulacro Nacional del 19 de septiembre sirve como un recordatorio de la importancia de estar preparados.
